martes, 18 de agosto de 2009

Breves IV

Diez días.
Sólo diez días.
¿Qué son diez días?
Un suspiro.
Y una mierda.
Diez días sin poderme bañar, con el calor que hace, y encima de vacaciones es como… como eso, lo que todo el mundo se imagina. Y el médico lo dice, así, tan tranquilo. Seguro que es una venganza. Claro, el trabaja y está “rechinchado”. O tal vez será tener que coser a alguien y tener a pocos centímetros de la cara, al paciente, con los culotes de ciclista, esos que tan bien me sientan y tan generosos atributos simulan. Seguro que es esto. Envidia cochina, seguro. Con lo fácil que lo tenía amputando, y no, a liarse a coser.
Diez días.
Sólo eso, diez.
Si al menos estuviese cómodo escribiendo!!!

martes, 11 de agosto de 2009

Breves III

Tras unos días de excesos playeros, yazco (o yazgo o yago) aquí en el lecho del dolor. Como dijo el poeta me duele hasta el aliento. ¿Será que la he pillado? Fiebre, tos, malestar general… Leí el otro día que lo que no tienes que hacer es ir al hospital, solo comentarlo con tu médico. Yo tengo mecánico, terapeuta y hasta estilista, pero no médico. Y ahora, ¿qué hago? También leí, parece que no hago nada más que leer, que las estadísticas sobre la gripe A no son una mera recopilación de datos sino que se trata de una extrapolación aproximada según sintomatología, población, etc etc. Total, que como mucho sabemos de los muertos pero de los que sobreviven nada de nada (aquí podría empezar a teorizar sobre la “extrapolación de la nada”). ¿Me tengo que morir para saber que tengo? La pena, es que ya ha pasado el periodo vespertino que sube la fiebre y esta no ha aparecido. Dos posibilidades. Estoy muerto o ya no tengo lo que haya tenido. Dicen que las vacaciones están para hacer aquello que no puedes hacer el resto del año. Algo es algo.

viernes, 7 de agosto de 2009

Breves II

Me sirven el café. Pago. Mi vecino, de dos taburetes más allá, dice "No se lo cobres, lo pago yo". El camarero se da la vuelta como viniendo hacia mi para devolverme el importe. "No, no, cobrarme" le digo al camarero y al parroquiano "Otro día será". Mierda, ya no le he vuelto a hacer caso a mi madre, he hablado con un desconocido. El me replica "Aquí en el pueblo somos así un día unos un día otros". Cuando salgo del bar pienso que he estado a punto de dejar que me arruinasen mi carrera política.

lunes, 3 de agosto de 2009

Breves I

Cola en la caja del OpenCor. He venido a comprar algo para cenar. Tengo delante un trío. Dos y una. Los dos, parecen hermanos. Dos cervezas de litro. Les toca. La cajera le pide el DNI. Él se ruboriza. Él se lo enseña. Ella lo mira. Paga. Se va. Me toca. Ella le pregunta al compañero. “¿1990, ya tiene 18?”. El otro se lo piensa y dice que si. “Ves como tenía razón, lo veía tan joven”, comenta. Pienso en el sistema educativo. Yo, en un alarde de coquetería le pregunto, “¿A mi no me lo pides?”. “No, a usted no”. Pago y me da el cambio. Me voy con el cambio, una negativa y un “usted” de regalo.