Abro la caja, de galletas danesas en su tiempo, miro y con el dedo aparto y observo. Me decido por un azul tirando a turquesa. No me tiembla el pulso ni sorprendentemente la vista. Igualo y anudo. Cada tres o cuatro o cinco o cada “me parece”, remato y sigo. Apuro hasta que no queda más. El primero y me ha costado, digamos que demasiado. Será la inactividad, pienso. No, no, falla el método. Bombilla, no de ocurrencia, de hilo incandescente, de las de 25 watios me ilumina el recuerdo, lejano. Es lo que tiene observar. Repito el juego de dedos, en la caja. Miro la víctima. Sorprendentemente no me vuelve a fallar ni el pulso ni la vista. Hago aquello que vi hacer. Largo, se me hace largo. ¿Cómo era aquello dos por el diámetro? ¿El radio al cuadrado? Pi, era pi. Pero… pi con algo más. Sí. Pi dos R. A ver, tres palmos… por tres catorce dieciséis son 188,496 (según la calculadora del móvil). Buf! Eso, menos lo hecho me quedan poco más de noventa centímetros! Si no es la primera vez que utilizo, para algo “útil”, esa fórmula, poco le faltará. Ya lo decían que iba para ingeniero.
Repito él mismo juego de dedos y esta vez me decido por un marrón castaño. Ataco a mi obra de “ingeniería”, arbitrariamente. Pi es un número irracional e irracional es dedicar ratos a esta “obra”. A cada pequeño tramo, miro el resultado. No es perfecto, me quedan irregulares, pero lo suficiente mente juntos para dar “resistencia”. Pasados los días y los ratos acabo. La medio circunferencia, queda como una especie de patchwork de hilos multicolores. La próxima vez que el perro muerda su cama… le coso la boca.
PD: Lo que veía hacer de pequeño era hilvanar o embastar. Sirve para marcar con puntos largos lo que después se coserá con más “precisión”. Más tarde me acordé que los puntos de embastar se tenían que retirar, pero ahí se quedaron.
Repito él mismo juego de dedos y esta vez me decido por un marrón castaño. Ataco a mi obra de “ingeniería”, arbitrariamente. Pi es un número irracional e irracional es dedicar ratos a esta “obra”. A cada pequeño tramo, miro el resultado. No es perfecto, me quedan irregulares, pero lo suficiente mente juntos para dar “resistencia”. Pasados los días y los ratos acabo. La medio circunferencia, queda como una especie de patchwork de hilos multicolores. La próxima vez que el perro muerda su cama… le coso la boca.
PD: Lo que veía hacer de pequeño era hilvanar o embastar. Sirve para marcar con puntos largos lo que después se coserá con más “precisión”. Más tarde me acordé que los puntos de embastar se tenían que retirar, pero ahí se quedaron.
10 comentarios:
De las galletas danesas lo que nos gusta a todos son las cajas.
Pa mi lo peor es que esas galletas te las comas ya tú sólo, ni invitas ni te "ajuntas con nosotros" ni nada.... ¡Así se te atraganten! jajaj
Cari pq no nos hablas? pq no nos dices nada? pq solo sabemos de ti cuando sacas un post asi como de tapadillo aunque sea tan alimenticio como este?
A tu maridiño que vas... Bezos.
Cari, yo te lio y tú me lias.. ya sé que el post no va de galletas, pero... ¡cómo no sé de qué va! que quieres que comentara? Cada vez estas mas impenetrabale, cari... jaja
Bezos.
jejejej, al final lo pille, eh? pero ya iba yo con la ides de decir... "ya estoy otra vez perdido". jejejeje.. Mi madre tenía una caja igual, que un día fue una cosa y luego la otra.. jejejeje...
Bueno, yo solo se hacerlo con los botones, del resto, me pierdo....
Que buen partido que eres entonces, que sabes hasta coser...
Besos cielo
Lo entendí, me imaginé que había dentro de la lata de galletas. Lo que no te perdono es que tuve que ir al diccionario de la RAE para saber que quería decir embastar. Y al final decís que es hilvanar! AQUÍ SE DICE HILVANAR, JAJAJAJAJA!!!
BESOTES CHEVY Y BUENA SEMANA!
Pero si estaba muy claro desde el principio... Aparte de que la gente de bien siempre ha usado las cajas de galletas para guardar botones y demás útiles de costura, jeje.
Ahora para que me digas que tampoco iba de eso, y que lo de embastilvanar es una metáfora de intentar curar las heridas de un alma que no acaban de cicatrizar... creo que debo dejar de trasladar mi tendencia al drama a los blogs ajenos, jaja.
El mundo patchwork es para dedicarle varios blogs completos. Bueno, seguro que los hay ya :-D
Needle and (Benjamin?) button Kisses.
Mi abuela, que era analfabeta la pobre, hacía patchwork sin trigonometría y le salía chuli piruli. Qué sorpresa saberte haciendo primores, ains, y con perro incluído. A ver si nos lo presentas.
Tenderness kisses.
Gracias cari.... por acordarte de mí aunque fuera en esas terribles circunstancias, que ya vamos superando...
Bezos.
Stultifer:
Ciertamente la mantequilla no es que me guste, la odio.
Thiago (I y II):
Cuando quieras comparto las galletas contigo. De coser, va de eso o como perder el tiempo.
Alex:
Yo también me pierdo pero lo intento. Cuando no es un trozo de tela, un pollo, que más da.
Stanley:
En catalán se dice "embastar" también, por eso utilize esa palabra, si hubiese puesto hilvanar de buenas a primeras se me habría visto el plumero.
Theodore:
Iba solo de eso y nada más que de eso. El próximo dia(s) que cosa, procuraré cantar, así lo haré más ameno.
Runagay:
La trigonometría solo era para saber el tamaño del estropicio. El tamaño importaba en ese caso (¿?).
El perro es de pluma. Hace falta decir nada más?
A todos gracias por vuestros comentarios.
Kisses for everybody.
Thiago:
No se merecen. Ánimo que sigue quedando menos y la ministra ya va "pallá" (o ya ha ido).
Kisses
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