Ya está, se acaba o ya se ha acabado, todo depende de cuando se lean estas líneas. Ya hemos dado otra vuelta. Y para dar esta vuelta hemos necesitado dar 365 vueltas. Total que empezamos una nueva vuelta de las pequeñas y otra de las grandes de las que se celebran, por ser grande y de las pequeñas nadie se acuerda. ¿Quién dijo que el tamaño no importa? Falso, y como botón este ejemplo. Ahora saldrá el espabilado de turno diciéndome que no es lo mismo rotarse que trasladarse. Seguramente no, bueno va, son cosas diferentes, aunque el fin sea el mismo, dar vueltas. Visto así, resulta que nos pasamos la vida dando vueltas y más vueltas, y total, ¿para qué? Posiblemente para seguir dando vueltas hasta que un día dejamos de dar vueltas, así sin más.
Y así sin más me ha salido esta absurda “cosa” mental para no decir esa palabra que empieza por a y acaba por o que en medio hay otra letra. Alguna mente mal pensante pensará (¿redunda?) que no quiero decir la letra por su simbología, ya que parece que la virgulilla esa que va encima de la n la empiezan a poner en todas partes. Eso sí que es un abuso deshonesto. Total que para todos y todas (tod@s para los más guaises) felíz aco, ado, ahó, ajo, alo, amo, ano, año (vaya, se me ha escapado), aro, aso, ato, avo, aso, ato, avo, ayo, azo (táchese lo que no proceda) 2010.
Dicho, como decía aquel, que toca lo que toca, yo voy a seguir desaparecido unos días. Voy a hacer una pequeña visita a la capital del reino (no diré de que país, porque sería dar demasiadas pistas) y así dejar pasar unos días para que los reyes, esos del trío, estén tranquilos y me dejen muchas cosas, bueno y a vosotros (ustedes es más “polite”). Si tardo en volver tres o más años, (arg! se me ha vuelto a escapar) preguntar en el tribunal ese que es el intérprete supremo de la Carta Magna (churro, media manga, mangotero creo que no es lo mismo pero se le empieza a aparecer).
Y así sin más me ha salido esta absurda “cosa” mental para no decir esa palabra que empieza por a y acaba por o que en medio hay otra letra. Alguna mente mal pensante pensará (¿redunda?) que no quiero decir la letra por su simbología, ya que parece que la virgulilla esa que va encima de la n la empiezan a poner en todas partes. Eso sí que es un abuso deshonesto. Total que para todos y todas (tod@s para los más guaises) felíz aco, ado, ahó, ajo, alo, amo, ano, año (vaya, se me ha escapado), aro, aso, ato, avo, aso, ato, avo, ayo, azo (táchese lo que no proceda) 2010.
Dicho, como decía aquel, que toca lo que toca, yo voy a seguir desaparecido unos días. Voy a hacer una pequeña visita a la capital del reino (no diré de que país, porque sería dar demasiadas pistas) y así dejar pasar unos días para que los reyes, esos del trío, estén tranquilos y me dejen muchas cosas, bueno y a vosotros (ustedes es más “polite”). Si tardo en volver tres o más años, (arg! se me ha vuelto a escapar) preguntar en el tribunal ese que es el intérprete supremo de la Carta Magna (churro, media manga, mangotero creo que no es lo mismo pero se le empieza a aparecer).