jueves, 30 de abril de 2009

Absurdo VI

- Un café.
- ¿Solo?
- ¿Le parece poco?
- Perdón señor, me refería al tipo de café.
- Ah. ¿Tiene Jamaica Blue Mountain?
- Perdón, ¿como dice?
- Jamaica Blue Mountain -deletreo.
- ¿Es algún tipo de coñac?
- No, es una variedad de café.
- Entonces, ¿como desea el café?
- Preferiblemente caliente, y a poder ser hoy -contesto impaciente.
- ¿Uno solo?
- ¿Usted me ve acompañado?
- No, pero me refería a la mezcla.
- ¿Es posible mezclar natural y torrefacto?
- No, no señor.
- ¿Y pues?
- Entonces, solo.
- Pues si, solo un café. Nada de bollería.
- Perdón señor, tampoco me refería es esto.
- ¿Tan difícil es pedir un café?
- No, no. Yo solo quería saber si era cortado, con leche o capuchino.
- Pues, no. Yo pretendía tomarme un café, sin más.
- Si, señor. Disculpe. Uno solo.
Pasados unos instantes, el camarero le sirve el café, y el cliente al verlo le dice:
- Perdón, ¿Y el azúcar?
- ¿Moreno? ¿Rubio? ¿Blanco? ¿Refinado?
- Le he pedido azúcar, no que me pregunte como es mi novio!!!

NA: In Memoriam de un chico provinciano que en su primer viaje a la capital pidió un café y le trajeron un café con leche. Aquel día aprendió que ser de la capital implica la arbitrariedad de cambiar el nombre a las cosas. Desde aquel día, su única convicción inamovible fue que un café siempre sería un café.

miércoles, 29 de abril de 2009

Explicaciones I

Pues no, hoy no hay un diálogo de besugos, ni de lubinas, ni de lenguados, ni de ningún otro pescado. Hoy recojo el guante que me lanzó mi estimado comentarista Thiago (lo de colega me parecía presuntuoso) en el comentario que me dejó en el post de ayer. Y no lo hago por complacerlo a él (que también lo hago) sino que al tratarse de un tema que nos concierne a todos, como un ente indivisible que somos, hago la respuesta pública (y espero que notoria).

Se refería a los lectores y/o comentaristas de estos, mis humildes textos, como exegetas. Más de un inculto, entre los que me encontraba yo y que después de leer esto ya no os encontrareis (espero solidaridad), lo tomaría como un insulto. Preciosa palabra esa de exegeta, donde poner el acento (o tilde) en la segunda e es libre. Según la RAE quiere decir “Persona que interpreta o expone un texto”. Hasta aquí, la palabra está bien utilizada. Profundizando un poco más, que siempre está bien, porque muchas veces con la puntita no hay suficiente, nos encontramos con que exegeta es aquel que practica la exégesis que no es más que la “interpretación o explicación de las Sagradas Escrituras” (interpretar aquí el sentido más amplio del término). Gracias Thiago por elevar mis paupérrimos textos a la categoría de “Sagradas Escrituras”.

Profundizando algo más, sin llegar al extremo de producir arcadas (que cerdo que soy), creo que la palabra que más se asemeja con la acción motivo de todo esto (¿de que iba todo esto?) es hermenéutica y que lo definiremos simple y llanamente como el “arte de interpretar textos”. Por lo tanto, estimados lectores y comentaristas, cuando se deja un comentario en un blog y se quiere transmitir alguna interpretación se hace como hermeneuta. De todas formas, como dice la canción, quien deja comentarios aquí “son mis amigos”.

Si alguien tiene algo en contra de lo expuesto que lo diga, sino que calle para siempre.



martes, 28 de abril de 2009

Abusos deshonestos I

- El otro día ligué, corté dos orejas y el rabo.
- ¿Toreas?
- No, es una expresión. Es como decir “me comí el mundo”.
- ¿Comiste rabo?
- Bueno, no exactamente.
- Te lo comieron, entonces
- No, fue todo algo más ligero, como el viento.
- ¿Que paso rápido?
- Me llevo su tiempo
- ¿El de él?
- El de los dos.
- Orejas…
- No, fue más un tema labial.
- Oh, ¿os besasteis?
- Si, primero un beso seco, cual galgo.
- ¿De aquellos que corren?
- Eh, que ya se por donde vas.
- Bueno, perdona.
- Después otro beso, húmedo como el musgo.
- ¿Como empapado?
- Si, pero no.
- ¿Verde?
- No, pero en ese momento no quería la destrucción del planeta.
- ¿Entonces?
- El tenía en la boca un chicle de clorofila.


NOTA: Bajo el título de “Abusos deshonestos” se cobija un pequeño ejercicio literario. Empiezo por el recurso retórico de la hipérbole, creo que he intentado poner cinco, aunque la exageración mayor se encuentra en la propia pretensión. Si anda por ahí un pureta de la lengua, pido disculpas por tal abuso.


lunes, 27 de abril de 2009

La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina.

Después de ¾ de k páginas de lectura, absurda forma de decir 750 páginas, me he quedado con no muy buenas vibraciones. Demasiadas expectativas, tal vez. Ahora no recuerdo el número de páginas que tenía la primera obra de la trilogía, pero si recuerdo que le sobraban las 50 últimas, era como un no saber acabar bien el libro. En el segundo, se pasa una buena parte del libro, poniendo en antecedentes al lector de hechos conocidos de la primera entrega. Me temo que en el tercero, empezará por acabar de explicar todos los interrogantes que quedan abiertos del segundo y nos deleitará con otra historia trepidante. Ansío ver como finalizará el último de la serie. La trama esta bastante bien construida y la forma de explicar determinadas situaciones en paralelo, tiene su mérito. Bueno, eso de paralelo, no se, no se. No, definitivamente no es “en paralelo”, porque no se encuentran en el infinito, digamos que son situaciones comunes que convergen más o menos en el mismo lugar. Una historia de buenos y malos, con heroína (Lisbeth Salander) y héroe (Mickael Blomkvist), policías, periodistas, abogados y matones en situaciones de la vida real y otras que se podrían decir que solo pasan en las películas. La trama gira entorno a la publicación de un reportaje y libro sobre prostitución de importación y una venganza personal. Una cosa que me ha llamado la atención es que en la “súper” avanzada sociedad sueca existen los mismos clisés en cuanto a machismo, homofobia y sexismo que en nuestras latitudes. También me ha parecido que la traducción no está del todo bien lograda, ya que se mezclan términos muy bastos con algún que otro demasiado culto, sonaba disonante. El amueblado de un piso a base de manual de Ikea (que consume unas cuantas páginas) me parece una concesión demasiado populista, igual se trata de publicidad encubierta o de un ramalazo de nacionalismo sueco. Los “puretas” dicen que esto no es literatura y yo que muy “pureta” no soy, tampoco les voy a discutir nada. La novela engancha. Tiene ritmo y no requiere unas grandes dosis de concentración para su lectura. De momento, me ha gustó más la primera, “Los hombres que no amaban a las mujeres”, que esta segunda entrega. Nos tendremos que esperar al mes de junio para saber el “resultado” final. Recomendada para periodos vacacionales en los que el tiempo de lectura no afecte en demasía otras actividades.

jueves, 23 de abril de 2009

Common People

Pues hoy toca cancioncita. El recurso fácil. Durante estos últimos días me he metido (nunca mejor dicho) en determinados blogs (Theodore y sus amigos, Ábrete de orejas y Ché Guevara and Debussy por citar algunos, y seguro que me olvido alguno), en los cuales hablan de música (y también de otras cosas). En casi todos, se me queda la boca abierta y dejan caer alguna “cancioncilla” (o el disco entero) que te dejan “épaté”. Los comentarios son flipantes (que joven me siento diciendo esta palabra). Y claro, ahora me da vergüenza dejar o hablar de música, he cogido aquello que llaman “miedo escénico”. Pero en un arrebato de arrojo, me he lanzado y hoy os dejo para deleite de vuestros oidos (y vista) esta Common People de Pulp. Me gusta la letra y me gustan determinados cambios de ritmo y también decirlo, determinados movimientos del solista.

Según la wiki “La canción trata sobre aquellas personas que según el compositor querían ser como la gente común y no lo son, fallando en el intento”. Pues oído cocina, con lo divertido que es ser “acomún”.

Para los amantes de lo “escondido” en el video se encuentra un “homenaje a la secuencia de Eleanor Rigby en Yellow Submarine” (por cierto, gran canción, también).

Vídeo

NA: La inserción estaba desactivada....



miércoles, 22 de abril de 2009

J'Accuse I


Me pongo a hacer la Declaración de Renta y veo que todo sigue igual. No cambiamos. Tanto estado moderno y progresista y me vuelve a suceder lo mismo del año anterior, y del otro. Sujeto pasivo. ¿Pero que pasa? Tanta sensibilidad que anda por ahí suelta y aun no han sido capaces de cambiar eso!!! Tenemos un fantástico Ministerio de Igualdad y todavía no han cambiado el sujeto por un “sujeto/sujeta”. Esto es violencia de género. Si, me he sentido violento. Y si lo cambian por eso que proponía, los derechos de los que están a medio camino, ¿Qué, los volvemos a pisotear? Retiro la primera propuesta y ahora lo dejo en un “sujeto i/o sujeta”. ¿Alguna propuesta más?

Y la segunda parte ya es lo más insultante. Pasivo. Directamente te están diciendo que eres vago, indolente, dejado, perezoso, apático. Es una vergüenza. Encima que te pones a hacer la declaración de una forma voluntaria y alegre, a las primera de cambio, un insulto. Con lo bonito que sería poner “trabajador”, “jornalero”, “servidor de la función pública” (funcionario quedaría demasiado ordinario), “directivo” o “rentista”, por poner unos ejemplos, pero no años y años insistiendo el lo mismo “sujeto pasivo”. Y claro, el colectivo homosexual en pie de guerra. En los principales círculos (sic) homosexuales soplan vientos de revuelta y es fácil comprenderlo. Tras siglos y siglos de luchas para reconocer sus derechos, una puta declaración de renta los vuelve a dividir. Me decía uno ayer “Llevo años recibiendo y ahora ¿que? ¿tengo que dar?”. El pobre chico no entiende aun lo que es la distribución de la riqueza, aunque dentro de poco el concepto desaparecerá por el de “distribución de la pobreza”. Lo más llamativo del caso, es que el colectivo heterosexual, (si, si, que como que han visto que era un chollo estar en un colectivo, pues se han montado uno) no se ha quejado en absoluto y a mi me huele que es porque a la mayoría les gusta que les den. Pues venga a pagar. Pásalo.

martes, 21 de abril de 2009

Absurdo V

- La mer…
- Joder, otra vez no!!!
- Otra vez, ¿Qué?
- Lamer, chupar ….
- ¿Me dejas hablar?
- Si
- La mer..
- ¿La merced de que?
- ¿Me quieres hacer el favor?
- Si, bueno...
- La mer…
- Esta buenísima.
- ¿Quién?
- La Merceditas.
- A ver, ¿puedes dejar de interrumpirme?
- Si, es que me huelo de que va ir y me…
- La mer…
- Si, si, vamos
- ¿A donde?
- Donde va a ser, a merendar, ¿no?
- No
- Ah
- La mer…
- Eh, Eh, a mi no me hables en catalán.
- Yo no he dicho nada.
- Si, ibas a decir “La merda”.
- Serás merluzo….
- Ah, era merluzo!!!
- No. Y tampoco es francés. Ahora calla y escucha, ¿ok?
- OK
- La merma en la jugosidad de las cabezas de gambas y langostinos es preocupante.
- ¿Y en que te afecta a ti?
- En que me gusta chuparlas.
- No, si yo ya ….


Este post esta dedicado a todos aquellos que no saben escuchar (entre los que me incluyo en muchas ocasiones) pero que también nos conocen.

ACTUALIZACIÓN
Ayer noche, Ed del blog MEN 4 MEN (que debe de ser como un trío pero con uno más, jajajaja) me dejo un regalito dedicado. Yo que soy como un niño, rasgué el envoltorio y aquí lo tenéis. Creo que su blog, a ojos de la mayoría, veréis imágenes de sexo explícito, pero es mentira. Si solo veis eso, es que estáis ciegos. Lo que exuda de verdad es el amor con que hace esas cosas. Gracias Ed.

lunes, 20 de abril de 2009

Noche VI (ángulo inverso)


La noche del jueves salimos con un grupito del cole. Fuimos a una “bollería”, me perdonareis la expresión, no, no era un local para “bollicaos” aunque me pareció ver a más de uno, si no un local de ambiente con género donde predomina el género femenino. Yo nunca había estado en uno de estos sitios y francamente estaba nervioso. Lo primero que tengo que decir es que la cagué con el atuendo. Me había arreglado bastante bien y la gente que había allí salvo honrosas excepciones iba, más bien tiradilla, bueno, no, tiradilla no, no vestía pija como yo. Ellos, los chicos, vestían igual pero diferentes en cambio ellas vestían diferentes pero igual, me explico, predominaba el estilo “Teniente O’Neil”. He de decir que mis apreciaciones pueden resultar erróneas ya que mis miradas eran rápidas y fugaces, no fuese que me dijeran algo. El local estaba a reventar. Nos pudimos situar cerca de la barra entre una columna y un billar (que estaba cubierto por una funda). Dada la imposibilidad de hacer un corrillo todos juntos, hablabas ahora con uno, ahora con una. Nada profundo. Yo con mi RedBull, bla por aqui, bla por allá. Tocando a la columna, había un sujeto con una copa. Edad, no se, pero si, tendría ya una edad. Me llamó la atención por su estatura, su complexión fuerte y un cierto porte altivo. Estaba solo. Miraba a izquierda y derecha. A veces se movía al ritmo de la música, pero muy discretamente. Nuestras miradas empezaron a encontrarse, cada vez con más frecuencia. Tenía los ojos de color miel, pero si los hubiera visto en otro sitio, igual digo que los tenía marrones. ¿El ambiente me estaba transformando? Lo tenía cerca, a un cuerpo o dos. El lóbulo de su oreja decía, “muerdeme” y su nariz me hacía pensar en cierta solidaridad respecto a la mía. Fumaba. Saludó a un chico, con dos besos. Eso me descolocó un poco, porque aparentemente, parecía normal, claro que el único normal allí era yo, al menos antes de entrar. Cuando me daba la vuelta, creía notar sus ojos clavados en mí. Un espectador imparcial diría que los ojales decorativos que llevaba en la parte posterior del cuello de la camisa me los había hecho él con la vista. Pensé por un momento “¿Qué cojones esta mirando el tipo ese?, absurda pregunta, porque me estaba mirando a mi y en ese lugar …. Cogí fuerzas donde no las tenía y en un arrebato de arrojo, el cual me sorprendió a mi mismo, empecé el movimiento hacia él para cruzar alguna palabra cuando muy cerca se desencadenó una pelea entre dos chicas. Nuestro grupo por temor a que aquello fuese a más porque había algún que otro no mayor de edad (jejeje), nos fuimos hacia la salida. Cuando subía las escaleras, me di la vuelta y el mamón ese, ya no me miraba, estaba atontado mirando la absurda pelea.

NOTA: Este post es complementario de Noche VI, solo que con los papeles cambiados, del observador y del observado.


viernes, 17 de abril de 2009

Diván IV

En “Noche V” hacía referencia a la necesidad de ir a ver al terapeuta tras el visionado de otra película. Aquí está el resultado.

- El otro día volví a ir al cine –le comento.
- Ah, ¿y?
- Vimos una película que no íbamos a ver. “En el séptimo cielo”- y como quería causarle impresión, añadí- Wolke Neun, en versión original.
- Oh, ¿sabe alemán?
- Bien, no.... pero creo que hablaban con acento de la ex RDA y esto me dificultó entender algo.
- Ah
- Una película complicada. Empezando por el título. En alemán y también en inglés (Cloud Nine) hay un 9, pero en castellano un 7, y donde ellos ponen nubes nosotros cielos, pero claro yo traduzco literalmente. El título más adecuado podría ser “En el séptimo piso”. Se pasaban el día subiendo escaleras.
- ¿Y de que iba?
- Uf, complicado
- Pues empiece.
- Una mujer comete una infidelidad a su marido.
- Típico argumento. Pero visto desde una óptica tradicional, ¿no ha pensado por un momento que la primera infidelidad es con ella misma?
- Bien, no se en que ni como pensaba ella, pero se defiende diciendo que no lo buscaba, que pasó.
- Hasta aquí todo normal.
- Normal, normal no. Creo que hay mucha gente que busca y no encuentra nada.-y añado- Y encima eran gente de la tercera y hasta de la cuarta edad!!!
- Oh!
- Y también habían escenas de sexo.
- ¿Sexo implícito?
- No, no. Sexo explicito y mucho, y muy explícito.
- ¿Y esto le incomodó?
- Hombre....
- ¿Si?
- Digamos que no estoy acostumbrado.
- ¿Al sexo?
- No, hombre no. Al sexo con gente de esa edad –digo con un tono de voz algo enfadado.
- Ah
- Incluso había una señora, la prota, que se masturbaba en la bañera.
- ¿Y le turbó este hecho?
- El hecho no. El lugar, evidentemente. Cuando iba al cole, a los jesuitas, un día nos pasaron un corto de una masturbación femenina. Yo no supe de que iba hasta pasados unos días. Era muy inocente…. entonces.
- Y que más.
- Si, también se hablaba de rutina y monotonía. Más que hablar, se veía.
- Siga, siga.
- Y también salía una hija que le divierte la infidelidad de su madre pero que después se enfada un montón cuando se entera de que se lo ha explicado a su marido –aquí me paso tres pueblos con el terapeuta, porque le doy a entender que se lo explica al marido de la hija, pero en realidad la explicación se la da al cornudo, que no es el padre de la hija. Así lo lío un poco y piensa más en la trama que en el trauma.
- O sea, que ella lo explica.
- Si, a su marido y él no se lo toma muy bien, que digamos.
- Y usted, como se lo tomaría –me pregunta con una voz grave.
- Difícil decirlo. Treinta años son muchos viviendo juntos... y así de golpe, como quien no quiere la cosa.... Igual diría aquello de “mientras no me cueste dinero”. Es jodido, si. A lo mejor diría: “la mala puta es sincera, coño”, no se.
- ¿Pasó un rato agradable?
- Sufrí.
- ¿Veía reflejados a sus padres en esas situaciones?
- Afortunadamente los enterré, y mirar atrás por eso, no se si me hace falta.
- Ya, pero el que pone el criterio aquí soy yo.
- Bueno, jamás me he querido imaginar a mis padres en plena faena.
- En resumen, para aclararme –dijo- Todo el cóctel le inquietó.
- La verdad. Los sonidos me causaron un profundo desasosiego.
- ¿Que sonidos?
- De locomotoras, de trenes que pasan, de una plancha, de una máquina de coser, de los aviones aterrizando....
- No le entiendo –me interrumpe.
- He dejado para el final, el peor de todos. El ruido del agua en la cafetera “Melita”. Es una constante en la película. Cierro los ojos y lo sigo escuchando, no me lo puedo sacar de la cabeza.

NA: Como todos llegaremos a esa edad, unos antes, otros más tarde, mejor saber lo que nos depara el destino. Si, recomendada.
Chiste que aparece en la película: "¿cómo hace el amor un viejo de ochenta años?, pues ella hace el pino mientras él se la mete hacia abajo"


jueves, 16 de abril de 2009

I have a dream II

Pulso el botón de llamada del ascensor. A los pocos segundos, clinc, el avisador anuncia la llegada de la cabina. Se abren las puertas y entro. Como siempre, al mirar el cuadro de mandos, dudo. La disposición de los pulsadores o sensores de los pisos acostumbra a ser diferente y mis dedos siempre tienen la tendencia a irse a pulsar la tecla de alarma. Pulso el 0. Me sitúo justo en medio, para equilibrar pesos. Las puertas se cierran. Empieza el descenso. Como casi siempre miro a la parte superior de las puertas. Dos pisos más abajo se detiene. Clinc. Las puertas se abren. Aparece un chico de veinti pocos, bien parecido, muy bien parecido. Doy un paso atrás. El entra. Yo balbuceo algo como “mmuu” a modo de saludo. Re-pulsa el botón del 0 y se aparta ligeramente de la botonera. Me da la espalda. Un aroma me llega. Como de estas cosas no entiendo, no se si es de desodorante o de colonia o de ves a saber que es, pero de lo que estoy seguro es que ni es pachuli ni es mi desodorante. Volvemos a bajar. Mentalmente canto “Que se pare, que se pare”. Cuatro pisos y clinc. Se abren las puertas. Entra una mujer, de mediana edad. El chico se desplaza a mi derecha y da medio paso hacia atrás, para dejar sitio a la nueva viajera. Esta pulsa su destino y se queda situada perpendicularmente a nosotros. El aroma me llega más. Mis ojos van desde el pelo liso del joven, al indicador de los pisos y se cruzan con los de ella. Ella me sonríe. Yo devuelvo la sonrisa y mis ojos huyen de los suyos. Mi mente infantil vuelve a la carga: “Que se baje, que se baje.” Clinc.. 4º Piso. Ella se baja. Yupii!!! Las puertas se vuelven a cerrar. Los dos nos quedamos en la misma posición. Tengo su cuello a tiro. “Que se pare, que se”. Clinc. No me ha dado ni tiempo a acabar la cancioncita. Nos volvemos a detener. Oigo un sonido como “nich”, de desaprobación. Las puertas se vuelven a abrir. En el descansillo, nadie. Él, se mueve ligeramente, inquieto. Las puertas se vuelven a cerrar y nos ponemos de nuevo en movimiento. “Que se pare, Que se pare”, vuelvo a cantar internamente. Y se para. Alzo la vista. El 0 iluminado. Dibujo una leve mueca de desaprobación y me doy cuenta que él ya no está. Clinc. Se cierran las puertas. Noto el movimiento ascendente. Ya no hay canción interior. Sin saber donde voy, me quedo absorto en un “multiple choice”. ¿Qué hubiera o hubiese hecho en ese cuello embriagador? a) lamerlo. b) besarlo. c) morderlo. d) hacerle un chupetón. e) combinaciones de a,b,c y d en orden aleatorio. f) sacarle ese punto negro que afeaba el panorama.

miércoles, 15 de abril de 2009

Noche VI


Andaba yo golfeando por estos mundos de Dios, tranquilamente, mi JB y mi mirada absorta en un niño. No tengo ni pajolera idea de la edad que tenia, pero.... debía como máximo haber dejado de mamar de su madre hacía poco. Permítanme la licencia, estimados lectores, de hacer un breve paréntesis en el relato de los hechos, haciendo referencia a la relatividad de la frase anterior. La expresión "hace poco" es tan exacta como la distancia que hay entre el cero y el infinito, o sea mucha, cosa que con el paso del tiempo me estoy dando cuenta que lo del infinito, es otra de las mentiras universales porque como nadie ha conseguido demostrar su existencia, quiero decir que nadie ha estado, pues no existe y punto pelota. Continuamos. El niño llamaba la atención, no por su quevedesca nariz, que si, que era prominente, sino por su larga cabellera rubia, su cara limpia (cual culito de bebé), su camisa blanca, su suéter Tommy Hilfiger amarillo y no puedo bajar más porque la proximidad de su figura sumado a los cientos de miles de personas que habían en el local me lo impedía. Aparte de esa descripción superficial y banal, me llamó la atención la nuez y sus dedos delgados y relativamente largos (en este punto he de confesar que al ver esos dedos tuve pensamientos impuros (visto desde el punto de vista católico-apostólico-romano en que fui educado) o lascivos (visto desde mi depravación enfermiza).

Total, que después de esta introducción sucedió el incidente. Bueno me he olvidado mencionar que entre tanto saludé a D (muac-muac) y le pregunté por N. Me contestó que debía estar en casa durmiendo y que al día siguiente era su cumpleaños. Me da de que ya no son pareja. Bueno, que en esas me empujan y al girarme veo que hay un pequeño tumulto. Una rubia y una morena a tortazo limpio. Fantástico. Creo que fueron tres asaltos dignos de Rocky. Los tortazos seguían pero cada bando constaba de tres chicas más. Orgía sangrienta. Pues no. Las susodichas tres eran las que sujetaban a las púgiles con tan poca fortuna que el combate se alargó. Solo faltaba la típica rubia despampanante con el cartelito del número de “round”. Por unos instantes, mi único gen de macho pacificador que tengo me sugirió la idea de ir a poner orden, pero el gen de la “negación de la ceja partida” me lo impidió (cobarde, si). La paz volvió. Cinco minutos más tarde abandonaba el local, abatido.

¿Abatido de que? Si la situación me divertía. ¿Porque me divertía? ¿Era mi gen machista? ¿Era el placer por la sangre fresca? ¿Era por poder escribir esto? ¿Era por la necesidad de comerme el coco? Y mi niño rubio, ¿donde estaba? Demasiadas preguntas. Respuestas solo una: me puse a escribir esto, mientras el tío que tenía sentado al lado le manoseaba la entrepierna a una chica, atacando desde atrás (el muy cobarde). Sexo, mentiras ….. y blogs. Y no sonó el despertador.

PS: Aunque soy antipático, al día siguiente llamé a N para felicitarle. Me confirmó que D ya no era su pareja. Me dio el nombre de la nueva “adquisición”, pero no lo recuerdo.

martes, 14 de abril de 2009

Encuentro V

Encuentro con un lugareño, conocido desconocido o sea que si pero que no:

- Hola
- Hola –respondo.
- ¿Que tal? Cuanto tiempo.
- Bien. Si. ¿Por aquí todo igual?
- Pues si.
- Un invierno duro, ¿no?
- Si, como los de antes.
- Bueno, ya nos veremos.
- Si, hasta luego

Analicemos con detenimiento el diálogo. Después del saludo de cortesía, viene la primera descortesía, formular dos preguntas en una misma frase, aunque la segunda esta enmascarada. La respuesta de libro. Concisa y da respuesta a las dos preguntas, sin rodeos (que es lo que estoy haciendo ahora). Nótese mi mala educación al importarme un bledo mi interés por el interlocutor. Lo que sigue, es de manual avanzado: formular una pregunta para conseguir el dominio de la conversación. La respuesta denota el triunfo del cambio. La siguiente pregunta echa mano del recurso fácil de la meteorología, pero no preguntando por como ha sido, sino afirmando y preguntando con la negación. La respuesta es la mayor falsedad. Nuestra memoria histórica se acuerda de lo sobresaliente no de lo monótono. Total que un invierno como los de antes es la suma de los días más horribles (meteorológicamente hablando) de los últimos quince anos. El final de este intercambio vacío de palabras es demoledor. El “ya nos veremos”, si se confirma, se convierte en un problema porque quedaría mal entablar la misma conversación aunque seguramente se convertiría en una leve inclinación de cabeza. El “hasta luego” es la frase coloquial más vacía que el hombre ha creado. Luego es un espacio temporal que solo se tendría que utilizar si realmente existe el luego, lo correcto tendría que ser hasta otra o algo similar.
Conclusión: ¿Sirven para algo estos diálogos (a parte de poder escribir un post)? ¿Los hemos de modificar? ¿Los hemos de suprimir? Mi opinión es que hemos de jugar con ellos, como con todo, llenando el vacío de contenido, aunque sea vacío (jajajaja) y si no nos interesan, empezar el dialogo por la despedida; un simple “Adiós” ya no da pie a casi nada, pero una vez me contestaron “Salud” y casi acabamos en el juzgado de guardia.


ToDoList. ¿Porque soy tan antipático?


jueves, 9 de abril de 2009

White Horse

Pues si, se abre un paréntesis de descanso. Seguro que al final, esto del descanso será discutible, pero es lo que se dice. Buscando adjetivos para “lo de estos días” podríamos calificarlos como rompe rutinas. Seguramente me volveré a subir a la mountainbike y me dolerá el culo. Haremos largos paseos por el bosque. Beberemos un montón de cava. Comeremos cordero el domingo (de resurrección), y el lunes de Pascua (que aquí es festivo) nos comeremos la “mona”. Me llevaré el portátil, pero seguramente los vecinos no habrán dejado conectada la wifi. Descansaré del frenesí del blog. En fin, no se porque tantas explicaciones si total son cinco días. Os encontraré a faltar.

Por último os dejo aquí una canción que ya tienes unos cuantos años y que vino a la memoria después de ver la película “Mentiras y gordas”. Data del lejano 1982 y es de un conjunto danés que se llama Laid Back. Parece mentira pero en Dinamarca a parte de hacer galletas con mantequilla hacen (o hacían) otras cosas. “White Horse” es el título, y es un tema anti consumo de drogas duras (white horse es uno de los muchos nombres que se le da a la heroína). La segunda parte de la letra dice “If you want to be rich, you've got to be a bitch”. Fantástico. ¿Es una medida anticrisis?. Al pie de este post encontrareis el video de la canción con la particularidad de que la palabra “bitch” (puta) está censurada, ya se sabe, aquello de la difusión general y bla bla bla. No se si es buena música o no, pero a mi me gusta y por eso os la “ofrezco”.




If you wanna ride
Don´t ride the white horse
If you wanna ride
Don´t ride the white horse
White horse
Don´t ride the white horse
White horse
Don´t ride the white horse.

If you wanna be rich
You got to be a bitch
You got to be a bitch
I said rich, rich you bitch

If you wanna ride
Ride the white pony
Ride, ride the white pony
White pony, white pony





martes, 7 de abril de 2009

Absurdo IV

- Me voy.
- ¿Donde?
- De vacaciones.
- ¿Y donde cae eso?
- En ningún sito.
- Entonces no vas.
- Si, voy de vacaciones.
- Pero, ¿te desplazas?
- No.
- Entonces no vas.
- Bueno, voy a estar de vacaciones.
- O sea, que vas.
- Si.
- Y repito, ¿dónde?
- A ningún sito, estar de vacaciones es un estado.
- ¿De que país?
- De ninguno.
- ¿Un país que no es estado?
- No.
- ¿Una nación estado?
- No, que no!
- ¿Qué no, que?
- Estado en cuanto a situación.
- O sea, a un sitio.
- No, a situación referida a alguien.
- ¿A quien?
- A mí.
- ¿Y en que estado estás?
- Ahora, en estado de necesidad.
- ¿Qué necesitas?
- Vacaciones, va-ca-cio-nes.

lunes, 6 de abril de 2009

Reto men vs. women


Ya ha pasado. Esta vez se me ha hecho largo, no el recorrido, que siempre es el mismo (más o menos) sino la espera. Los últimos días forcé el entrenamiento. El jueves noche, de fiesta. El viernes al anochecer fui ha relajar la musculatura con 6kms. El sábado era el día previsto para el descanso. A las siete de la mañana me levantaba para ir a esquiar. Por la noche ya preveía el desastre. Domingo por la mañana, agujetas por todas la piernas. ¿Qué mejor terapia que una carrera de 10kms?

Había quedado con un amigo media hora antes para calentar. Y eso hemos hecho. Suavecito. El sistema de salida, se hace por cajones, según marcas acreditadas. Te dan un brazalete y puedes acceder a tu sitio. Cuando fui a recoger la camiseta, al ver el color del brazalete, le dije a la chica que me lo iba a dar, que no, que no me gustaba. El color lila no me va. Mi intención era seguir a una de las “liebres” que pone la organización y que te “llevan” para hacer una marca. Oh sorpresa, cuando he visto que estaban dentro de los cajones. Pues a la cola. He tardado 7 minutos en pasar por la línea de salida desde que han salido los primeros. Los primeros 3kms son un constante slalom intentando sortear individuos/as, pero no tenia prisa, mi lamentable estado, no me incitaba a batir ningún record, con 55 minutos tenia suficiente. He podido seguir un ritmo de 5’30” hasta el kilómetro 7 que me he sentido bien y he apretado un poquito. Al final 53’03’. Son casi 4 minutos más que el año pasado, pero he acabado mucho mas entero. Solo decir que una hora después de la carrera, después de ducharme estaba en la cama …. y no solo.

Al principio de este post habréis visto la foto (lamentable calidad) de la parte posterior de la camiseta (que es blanca auque no lo parezca). La primera frase se entiende. La traducción de la segunda (tampoco hacia falta) dice “Triunfo es masculino”. En la de las mujeres, que era roja, ponía “Victoria es femenino”. Este año, el patrocinador oficial, Nike, ha querido ser original y ha promovido un juego que le ha llamado “Reto men vs. women”. A mi gusto, totalmente infantil. Recibía unos emails donde aparecían estas frases: “Tienes muchas formas de convertir tu triunfo en su fracaso.”, “Las provocaciones ya han comenzado. Lo único que falta es averiguar quién es pura palabrería y quién es pura acción.” y “Vamos ganando en km, hay que seguir así”. Creo que según el género a quien iban dirigidos los emails el mensaje era cambiante. El último que recibí decía: “Las mujeres están mordiendo el polvo. Dadles el postre”. Creo que todos somos ya un poco mayorcitos para juegos de esta tipo. El responsable de la campaña esa se podría retirar a descansar unas cuantas semanas y pensar para otra vez algo más edificante. ¿Que no saben que el adversario mayor que hay es uno mismo?


PS: El recorrido de la carrera, da una vuelta por el “downtown” de Barcelona, o sea entre el mar y la Gran Vía. Lo que más me jode del recorrido es que se pasa por delante de dos discos de ambiente, Arena VIP y DBoy (antigua Salvation) de las que alguna vez he salido pocas horas antes del paso de la carrera y pienso: ¿No habrías estado mejor la noche anterior ahí dentro?


viernes, 3 de abril de 2009

Noche V (with happy end)


Salimos del cine. Pasan unos minutos de medianoche. Por la hora que era, no quedaría muy bien llamar al terapeuta. La película me ha vuelto a dejar tocado. Tendré que ahogar mis penas con el whisky. No entiendo como es que la gente va al cine y encima se divierte.

Vamos a una cervecería cercana. Yo a lo mío, el JB con limón, los demás, tres cervezas y un Baileys. Conversamos sobre la película. Bromas y más bromas. Que si patatin que si patatan. Frendly, que es lo que toca. La gente esta cansada y todos se encaminan a dejarse caer en los brazos de Morfeo (cursi cursi, la expresión).

Yo, sigo en la misma línea. A lo mío. Me desplazo a “petarlandia”, un local de petardas con música más petarda (si cabe). Cae otro cubata mientras acabo de escribir unos “memos” en el móvil. Demasiadas cosas a la vez. Beber, fumar, mirar (otear), escribir y de vez en cuando mover un poco el cuerpo mientras tarareo alguna canción. Mal eso de beber y fumar, feo lo de mirar (y eso que era mirada neutra) y lo de escribir en un pub, enfermizo, si pero como el teléfono tiene teclado qwerty pues no cuesta tanto. Una escena: Dos chicas comiéndose la boca a escasos centímetros de un elemento que esta escribiendo en un móvil. Podría estar escribiendo sobre lo que acontece a su alrededor, pero no, esta escribiendo una historia acontecida hace unos 10 meses.

Sigo mi peregrinaje. La misma rutina, pero me gusta. Entro en el otro local con el pase del anterior. Solo entrar me encuentro con D. Sonrisa. Muac, Muac. Creo que todas las veces que nos hemos encontrado de cara casi siempre me hace la misma pregunta:

- Estoy buscando a la peña.
- No la he visto, acabo de llegar, pero seguro que están en los lavabos –le contesto.

Puta manía que tiene la gente con eso de ir a los lavabos. O van a hacer cosas ignominiosas o el 90% de la población tiene problemas urinarios (aquí hay tema).

En un arranque de amabilidad y ternura, le pongo la mano en la cara y le digo:

- ¿Te estas dejando barba?
- Bueno, hace una semana que no me afeito -contesta con su voz suave, un tanto nasal, y prosigue- me voy a dejar perilla.

Yo hago una mueca de desaprobación y cada uno sigue su camino. Busco un punto de anclaje. Mi favorito esta ocupado. Pruebo dos o tres más, pero no lo acabo de encontrar. Me acerco a la barra y en un acto de solidaridad económica pido un refresco. Por fin encuentro mi particular punto de observación. Espalda protegida (por los empujones, tontos) y visión periférica despejada, sin agobios. Despliego el radar. La programación de los objetivos a identificar es simple. Elementos en movimiento, con preferencias hacia los que tienen extremidades superiores e inferiores. El radar detecta unos cuantos “solodevista” y también pasa J alias T y se lleva dos “muacs”. Después de descartar posibles objetivos, no por desdén sino por pánico escénico, selecciono uno. Estatura mediana, bien parecido, pelo corto, camiseta negra sin mangas (no de tirantes) que marcaban buenos bíceps, pantalones vaqueros, deportivas blancas y sosteniendo una cazadora ligera de color beige. Parecía que iba acompañado de una pareja (él y ella), pero cuando la pareja desapareció, el permaneció ahí, solo, desamparado. Bailaba con cierta gracia. Miradita por aquí, miradita por ahí. La visión que tenia de él era lateral, sus miraditas implicaban movimiento de cuello las mías solo de ojos. Pasado un rato, eterno, si, la miradita se convirtió en mirada, esbozó un sonrisa (joder como ganaba sonriendo él muy cabrón) y se encamino a mí.

Lamento cortaros el rollo ahora, pero lo que pasó a continuación, podría herir la sensibilidad de más de uno, incluida la mía y ya he escrito demasiado para no haber pasado nada. Así que, dar rienda suelta a vuestra imaginación y acabar la Noche V como más os guste. Os daré una pista: no he necesitado ayuda “divaníaca”.

THE END

Debido a los cientos de protestas que he recibido por el final de esta entrada, aquí la tenéis. Es un final kowalaskiano, pero es un final.

A escasos centímetros de mi, se detuvo. Se agacho, hincando una rodilla en el suelo. Yo pensé: "Hay madre, hoy no habrá morreo, vamos directos." Me fijé en sus movimientos. Se subió la pernera del pantalón, sacó una Walther P22 que llevaba sujeta a la pierna y me vació el cargador, sin mediar una sola palabra.

No sentí nada. Solo un insoportable zumbido en los oídos. Noté como se me abrió el esfínter de la uretra. Me sentí húmedo. Vi a los porteros que se lo llevaban. Gente a mi alrededor que movía la boca y yo sin poder oír nada. No tenía ninguna herida, no sangraba, supuse que la munición era de fogueo. Di un paso y empecé a entender la puta manía que tiene la gente con ir al lavabo.

miércoles, 1 de abril de 2009

Premio Dardos



Mira que bien. Me han vuelto a conceder un premio: “Premio Dardos”. Agradecer desde aquí a Chopingo su amabilidad por dicho premio.

El texto que acompaña al galardón es el que sigue: "Premio Dardos es un reconocimiento que se da a los bloggers que han demostrado el compromiso de transmitir valores culturales, éticos, literarios o personales". La frasecita se las trae y creo que me sobrepasa en exceso. Quien quiera ver que transmito valores, que lo crea, libre es. Culturales, bueno, algo se intenta. Éticos, lo que se llama éticos, creo que no, más bien patéticos. Literarios, si se puede llamar literario a la deconstrucción de todo género habido y por haber, pues si. Y personales, si se sabe leer entre líneas, algo hay.

El reglamento también dice:

1) Aceptar la notificación del reglamento y el logo del premio

2) Hacer un enlace hacia el sitio que me entregó dicho premio.

3) Premiar a 15 sitios que, según mi criterio, merezcan dicho premio.

Acepto 1) y 2), pero el tercero, tengo tres opciones: a) Decir que todos los blogs se lo merecen y seria injusto solo nombrar a 15. b) Decir que no hay ningún blog que se lo merezca porque todos los autores son una pandilla de tarados (en los que me incluyo el primero) c) Enviarme los dardos a cada uno de mis 15 mejores (o peores, que en este caso son coincidentes) posts, en un acto de heroico egocentrismo. He optado por a) aunque en realidad pienso en b) y el c) me ha tentado muchísimo ya que podía haberme auto generado 15 posts nuevos como contestación y así sucesivamente. Mis dardos van para aquellos intrépidos lectores a los que les haya arrancado una sola sonrisa con alguno de mis post y/o comentarios.

Y por último he puesto la imagen porque me ha traído recuerdos de casa de mis abuelos, donde tenían una vieja maquina de escribir Underwood con la que había jugado bastante. Aquello era teclear y no lo de ahora.

Total, que incumplo el reglamento y el Comité de Competición tendra que deliberar al respecto. Solo espero clemencia.