viernes, 31 de julio de 2009

Suposiciones deshonestas


31 de julio, empiezan las vacaciones. 31 de julio, después de estudiar seis años, la residencia, dos años más y unos cuantos años más de ejercicio de la profesión, un cirujano decide, en supuesta connivencia con la paciente, realizar una pequeña intervención quirúrgica, que supuestamente no era urgente. La recuperación domiciliaria, supuestamente, es de una semana. La edad de la paciente se le supone de setenta y pocos. Supuestamente hay relación consanguínea. Supuestamente, madre no hay mas que una. Que egoístas que somos, por supuesto. Y la misma conclusión para la primera semana. Supuestamente, la gasolina es más barata que el año pasado. 31 de julio, supuestamente empiezan las vacaciones.

jueves, 30 de julio de 2009

Bye, Bye.

Tras una corta agonía que alguien llamó “flojosfera”, en la que los biorritmos participativos, de “dantes” y “tomantes”, han descendido a niveles de pura supervivencia, ahora me toca a mi. El blog se cierra por vacaciones. Me han tocado, merecida o inmerecidamente, pero ahí están. Pero como no voy a ser menos que los “padres de la patria”, me constituyo desde ahora mismo en Diputación Permanente del Blog, por si surge lo que tenga que surgir.

Decir lo mucho que os encontraré a faltar ¿hace falta?, “Siiii, Siiii, vengaaaaa, dilo”. Pues dicho está. Pero también descansaré del ansia de esperar determinados comentarios de mis textos o respuestas a comentarios dejados. Empecé el 20 de febrero con un post sin imagen y este, que es una especie de standby tampoco la tiene. Pensaba poner una canción, pero los últimos actos violentos ocurridos me han desanimado un poco. Después de vacaciones, si vuelvo, tendré que racionalizar un poco el desbarajuste horario o replantearme algo, no se. Intentare pensar no pensando en ello. Pero en resumidas cuentas, ha valido la pena compartir con vosotros todo esto. Y como ya me esperan….. Adiós, que disfrutéis de lo vuestro, ya sea desde el trabajo o debajo de un cocotero. Bye, Bye.

PD: ¿Dónde la raza humana falla para que ocurra lo que ocurre?

miércoles, 29 de julio de 2009

Noche XI


Ella iba acompañada de él.
Él, mediana altura.
Ella, misma altura que la mediana de él.
En eso había trampa y una falta de respeto a él.
Camiseta ceñida con cuello semi pico, él.
Vestidito negro, ella.
El bolsito beige desentonaba.
Pelo negro, él y corto, muy corto.
Castaño ella, con mechas rubias. Largo. Suelto.
Dos ojos oscuros, dos ojos claros.
Los cruces con los oscuros fueron fugaces.
Al tercero, supe que él lo era pero que aun no lo sabía.
Con los claros, cuando me los encontraba, había pausa. Me aguantaba la mirada.
Sonreía levemente, casi imperceptiblemente.
Una pequeña mueca, un brillo en sus ojos.
El bolsito beige seguía desentonando.
Llegaron más ojos, para ella y para él.
Tres pares le rodearon.
Y él se quedó con otro, algo más retirado.
Todos los nuevos eran ellos.
Ella los tenía a casi todos.
Estaba muy animada.
Él, en su aparte, neutro.
Nos cruzamos la mirada de nuevo.
De nuevo sonrisa. De nuevo brillo.
El beige…
Con todos, hubo un momento. El momento.
Sonrió.
No fue leve.
La sonrisa vertical. También horizontal.
Dejó a la vista tres centímetros.
Le miré, a él.
Demasiadas encías para sus ojos oscuros.
Volví a mirar el bolso.
Seguía siendo beige.
No era lo único que desentonaba.


martes, 28 de julio de 2009

Identidad Cultural

Este es mi primer post “por encargo”. George me invitó dentro de su propuesta de Identidad Cultural a que diera a conocer el lugar donde vivía o alguna fiesta o tradición propia del lugar. Hablar de Barcelona sería fácil, es una ciudad que está muy “explicada” y en la que tenemos cada día más y más turistas y por esa razón me he inclinado a explicar un par de tradiciones escatológicas de la cultura popular catalana. Después de leer estos dos breves apuntes que nadie se piense que aquí, en Catalunya, nos pasamos el día “descomiendo” o haciendo referencias a temas de esta índole.


El “caganer”, inicialmente, era una figurita de barro que se pintaba vestida con la típica barretina catalana y faja, rojas, que está en actitud de defecación y que se colocan en los belenes. Los orígenes de esta tradición datan finales del siglo XVII y principios del XVIII, en pleno Barroco, un movimiento cultural y artístico caracterizado por un realismo exagerado. No está muy claro el significado de colocar en un belén una figura cagando, pero se cree que con las heces se fertilizaba la tierra y que por eso se le puede considerar un símbolo de prosperidad y buena suerte para el año siguiente. Estos últimos años, la figura del “caganer” se ha actualizado, y ahora se representa cualquier personaje público haciendo sus necesidades. Aquí os dejo un link donde encontrareis una variada colección, en este caso de políticos.


El “tió de Nadal” (Navidad) es un tronco de árbol, decorado o no, en el cual los niños dan golpes con un bastón (“el cagatió”), mientras que se canta una canción, hasta que “caga” regalos. Estos, originariamente eran cosas de comer, pero en la actualidad, “caga” casi de todo, sobretodo los regalos que no pueden esperar al día de Reyes Magos. Desde unos quince días antes de Navidad, los niños van “alimentando” al “tió” para que engorde y así la cantidad de cosas que “cague” serán más y mejores. Los orígenes de esta tradición no están muy claros, dicen que proviene del culto del hombre hacia el tronco que ayudaba a mitigar el frío del invierno y que con el paso del tiempo ha ido evolucionando, primero haciéndose en los hogares más humildes, para irse extendiendo poco a poco. En la actualidad, la influencia de la cultura anglosajona está poniendo en peligro esta tradición. Para un niño pequeño, el “tió” puede llegar a ser tan mágico como los Reyes Magos. No he puesto una fotografía, porque todas las que he encontrado están decoradas con un semblante “humano”, y el que yo recuerdo de mi infancia no era así, pero si alguien está interesado en ver y saber algo más, aquí lo teneis. También os dejo una canción (en catalán y traducida) de las que se cantan mientras se le golpea. Existen muchas variantes, ya que se trata de una tradición de ámbito familiar, pero como ejemplo está muy bien.

Caga tió -caga tió-
ametlles i torró -almendras y turrón-
no caguis arangades -no cagues arenques-
que són massa salades -que son demasiado salados-
caga torrons -caga turrones-
que són més bons -que son más buenos-
Caga tió -caga tió-
ametlles i torró -almendras y turrón-
si no vols cagar -si no quieres cagar-
et donaré un cop de bastó -te daré un golpe de bastón-
Caga tió!

lunes, 27 de julio de 2009

Los amigos de Yorick I

Tengo delante el plato.
El plato tiene el borde “amargaritado”.
Debajo hay un mantel.
El mantel no está bien planchado.
La mesa que cubre no debe ser buena. No hay ni un hule.
Noto el mantel en mis piernas.
Es lo malo de las bermudas.
De vez en cuando toco su pierna.
Es lo bueno de las bermudas.
No he tenido suerte.
Hoy me ha tocado pata.
Si me toca pata, me ofusco.
Si me ofusco, no como bien.
Si no como bien, no estoy bien.
La pata sigue ahí.
¿Y si me la miro diferente?
Igual se me pasa la ofuscación.
Noto su pierna.
Ya no es un "lo siento".
Es un "lo quiero".
Retiro la pierna, “peroquetehascreido”!!!
Nunca, nunca más.
Ya pocas cosas podemos elegir.
Esta es una de ellas.
El próximo día pediré pechuga.

jueves, 23 de julio de 2009

Imagen


Cuando abrí este blog, creo recordar que pasé por el apartado “perfil”, como por casi todos los apartados, aceptando las propuestas que por defecto estaban marcadas. Más tarde, entré en una opción que ponía “Editar perfil”. Por unos momentos me sentí cirujano plástico y pensé en retocarme algo la nariz, pero pensé que demasiadas traiciones les había hecho a mi familia como para andar hurgándome la nariz. Total, que siguiendo la ancestral tradición de poner lo que a uno le sale de las gónadas, allí donde ponía imagen, decidí poner la lente (o una de las) que aparecen en la película 2001 Odisea en el espacio, y que son “el ojo que todo lo ve” de HAL 9000, HAL para los amigos. ¿Y por que? me preguntáis.

[Pausa]
- Pues por que guarda cierta relación con el nombre del blog -ahora toca preguntar ¿Y cual es esa relación?
[Pausa]
- Hoy venía a hablar de mi “imagen”, no del nombre del blog, lo siento.

Bueno, más tarde pude comprobar que de original poco, ya que he visto por ahí un par de bloggers que utilizan la misma fotografía. La asociación de la imagen con el sujeto es inmediata (estudiar el tema), y como yo no voy a ser menos, pues hablaremos de HAL (el sujeto). Él es el ordenador que controla la nave espacial Discovery que de tan perfecta que es, acaba como para ingresar en un frenopático. Rumores hay de que el nombre no es una casualidad, son las tres letras anteriores a las siglas de IBM. Encontrar después la explicación de que HAL fuese el “Heuristic ALgorithmic” les debía costar lo suyo, pero el autor de la novela, Arthur C. Clarke, lo ha negado. Yo también negaré haber escrito esto, no te jode. Una de las cosas que más me han atraído de HAL es su voz. Fría, calculadora, cortante, y al final, se torna “humana”. Este post, aparte de ser una explicación del porque de mi “imagen”, es un post musical. Aquí os dejo la muerte de HAL mientras el astronauta Dave Bowman le va desconectado módulos. Para mi, es de las pocas muertes cinematográficas en que al “villano” le acabas cogiendo cariño. Miedo, altivez, perdón y compasión, todo, en poco más de tres minutos. La canción que canta al final, Daisy Bell fue compuesta en 1892, si, si, ochocientos, y fue la primera canción cantada por un ordenador, curiosamente un IBM 704, en el año 1962, aquí tenéis esta pieza. Si la audición de la muerte de HAL os ha dejado muy tocados, al final encontrareis la versión “fiestera” de Daisy Bell de Blur.





Just what do you think you're doing, Dave?

Dave...
...l really think I'm entitled to an answer to that question.
Look, Dave...

I honestly think you ought to sit down calmly...
... take a stress pill and think things over.

I know I've made some very poor decisions recently...

Dave...
...stop.

Will you stop, Dave?

I'm afraid, Dave.

Dave,
my mind is going.

I can feel it.
My mind is going.
There is not question about it.

I'm...
...afraid.

Good afternoon...
...gentlemen.
I am a HAL 9000 computer.
I became operational...
...at the HAL plant...
...in Urbana, Illinois...
...on the 12th of January, 1992.
My instructor was Mr. Langley...
...and he taught me to sing a song.
If you'd like to hear it...
...I can sing it for you.
(Dave) Yes, I'd like to hear it, HAL.
(Dave) Sing it for me.
It's called "Daisy"
Daisy
Daisy
Give me your answer, do
I'm half...
...crazy
All for the love of you
It won 't be a stylish marriage
I can 't afford a carriage
But you'll look sweet
Upon the seat
Of a bicycle built for two





HAL, are you read me?
HAL?
HAL?


PD: Si alguien opina que no es la muerte, sino la desconexión, se aceptará la interpretación.


Cero.

miércoles, 22 de julio de 2009

Diván IX

- ¿Que tal Chevy? ¿Cómo va todo? –me dice. Empiezo a no soportar como pone los labios para pronunciar la ch. ¿Se lo tengo que decir o he de ir a otro terapeuta anti-no-soportos?
- Fatal, estoy francamente mal, como si el mundo se me hubiese caído encima(1).
- Eso debe causar más bien una sensación de opresión que…
- Me engañó.
- Esto que dices suena muy fuerte.
- Su “retrospección positiva” no ha funcionado
(2).
- Es una opinión, discutible, eso si.
- Yo buscaba el porque de un hierro que me separaba de alguien y después de un sinfín de gestiones, llego a la conclusión de que el problema reside en mi.
- Mira Chevy…
- Esos labios… -susurro yo.
- ¿Decías?
- No, no, nada, nada.
- Como te decía Chevy –y yo mirando hacia otro lado- el tratamiento de la “retrospección positiva” ha dado resultados positivos, valga la redundancia.
- Mire, no se que vale la redundancia, se que usted me cuesta lo que no está en los escritos y no sabe lo que me ha costado aguantar las conversaciones telefónicas con los ineptos de…
- Tranquilízate, hombre.
- No me diga que me tranquilice! – le grito.
- Perdona, perdona.
- Es que a veces me dan ganas de…
- Por esto estas aquí.
- Estoy aquí porque su terapia no ha funcionado.
- En esto estás equivocado.
- Oh.
- Si. Han pasado casi cuatro semanas desde que te prescribí la retrospección y seguro que no te has acordado del problema.
- Del problema, no, solo buscaba al responsable.
- Bien, y ahora que te has dado cuenta, cosa que yo ya sabia, que el problema eres tú, creo que podremos empezar a encontrar una solución.
- Si, pero…
- A ver, dos persona, un banco, tres posibilidades, izquierda, derecha o el centro.
- La del centro, descartada, había un hierro….
- Entonces cuatro posibilidades.
- Yo escojo derecha-izquierda y me siento.
- Bien, al escoger derecha-izquierda, a tu acompañante solo le quedaba dos opciones, derecha-derecha o izquierda-derecha.
- ….
- Y si mi concepción espacial no me falla, escogió izquierda-derecha, ya que el hierro quedó entre ambos.
- Si.
- Bien, pero independientemente de su elección, si tú hubieses elegido derecha-derecha a él solo le quedaba una opción y ningún hierro entre medio.
- Oh, me está diciendo que le coarté su libertad de elección.
- No exactamente, solo que has de ser consciente de que todas nuestras decisiones conllevan consecuencias.
- Esto me pasa por ser un maleducado y no invitarle a sentarse primero –le digo yo, un poco arto de tanta conga y tanta elección.

Volviendo a casa, totalmente curado del hierro ese, el taxista me mira a través del retrovisor y yo sonrío, no a él, sino a mi. Soy una persona afortunada. Si le llego a decir la verdad al mamón ese del terapeuta, estaría revolviendo toneladas de basura en algún vertedero como terapia de retrospección positiva. En derecha-derecha había una bolsa de plástico y un vaso de refresco de un fast-food. Claro que si me hubiese sentado en izquierda-izquierda…



(1) En Tratamiento (y) III, Chevy piensa “para sus adentros”: “El mundo se me cae encima”.
(2) En Diván VII, el terapeuta prescribe una “retrospección positiva” para encontrar el porque del hierro en el banco.

uno

martes, 21 de julio de 2009

Tratamiento (y) III


Encontrar el teléfono del dimitido, no costó mucho, lo conseguí a través de un número de esos de información. Desde la oficina, en un momento de tranquilidad, llamé.

- ¿Diga? – dice una voz a
l otro lado de la línea telefónica.
- El señor dimi… perdón, ¿el señor Pascual?
- Demetrio, Demetrio Pascual, dígame.
- Ante todo siento que haya dimitido. Todo el mundo es inocente hasta…
- Pare el carro, pare. Yo no he dimitido de nada.
- Pues me deben haber informado mal.
- Seguramente. Yo me he jubilado. Tenía una posibilidad, y tal como se están poniendo las cosas, si no la cogía ahora, me veía trabajando hasta los ochenta.
- Ah, pero … ¿usted no era el que decidía el tema de los bancos en la vía pública?
- Si, si, eso hacía… entre otras cosas.

- Pues vera ….-aquí le explico mis problemas bancarios y él me escucha muy pacientemente hasta que al final me pregunta:
- ¿Pero exactamente, que quiere?
- Saber por que esos bancos tienen ese hierro justo en e
l centro.
- Y… ¿de cuantas plazas era el banco ese?
- ¿Plazas? … Bueno, el que me interesa estaba en la plaza Catalunya…
- No, no, ¿que cuanta gente cabía?
- Ah, ni idea, nosotros éramos dos, porque el “paqui” y el conocido no se llegaron a…
- Vale, vale. Mire, supongo que debía tratarse de un tema de carga, piense usted que al tratarse
de un banco situado en un punto de la ciudad tan turístico y con el auge de los visitantes norteamericanos…usted ya me entiende.
- Si, si, creo que empiezo a entender –digo, mientras en mi cabeza resuenan unos coros que dicen “Despacio, despacio”.
- Pero si quiere más información, llame al 555-555-555, es el teléfono del responsable de la empresa que fabrica dichos bancos.
- Ah, pues muchísimas gracias.
- No hay de que. Adiós, buenos días.

Ansioso por acabar mi búsqueda de la verdad, marco el número que tan amablemente me ha proporcionado el tal Dimitrio, perdón, Demetrio, pero cuando empieza el establecimiento de la llamada, me suena el móvil. Cuelgo el fijo, cojo el móvil, pero no llego a tiempo. Llamada perdida. “Bueno, si les interesa ya volverán a llamar”, pienso. Y se ve que les interesa, porque en el siguiente intento, la escena se repite. “Chevy, eres la única persona que pierdes dos veces la misma llamada” vuelvo a pensar. Y también pienso que pienso demasiado. Y vuelve a ocurrir. No hay dos sin tres. Mis ojos se quedan mirando la secuencia de números a la que estaba llamando. El mundo se me cae encima. Lejos de solucionar el problema, descubro que el problema soy yo.





En primer término, gracias a la amabilidad de Google-Street, un banco idéntico al objeto de este tratamiento. El original, está en esta misma fotografía tapado por el árbol y el mobiliario de la terraza.


Y mañana... Diván IX, la solucíon.

dos

lunes, 20 de julio de 2009

Paranoia I (1f/2p/1p)


(Viene de: Salgo de casa,)

Hay días que cuando salgo del portal de casa no soy consciente de con que pié salgo. Creo que es un gran error. Otro error al que sumar a la larga lista de errores cotidianos. Pero como es un error que cometo cada día, lo convertiré en un vicio, que suena más de juerga, pero esto que quede entre nosotros, no podría soportar la cara de bobo que me quedaría si la policía, durante un interrogatorio, me preguntase “¿Con que píe salió usted del portal de su casa el día de autos? y yo no tuviese una respuesta a mano, aunque en este caso, sería “a pié”. La opción del no-lo-recuerdo, conllevaría a preguntas más y más raras, y el optar por el comodín del 50%, es un riesgo, no porque la filmación de una cámara de seguridad de una agencia bancaria podría decir lo contrario, sino por los segundos de duda mostrados, que conllevarían a preguntas más comprometidas. La opción política sólo la recomiendo si se es consecuente con la edad, jóvenes, con la izquierda y mayores con la derecha, pero es arriesgada, no porque puedas jugar con la ideología de tu interrogador, sino que los parámetros joven y mayor son más relativos que los de izquierda derecha. Total, que lo mejor es no mentir y dar una respuesta clara, y si no se sabe, responder con contundencia “con el pié contrario al que me servia de punto de apoyo”. Dejo a elección de cada cual, el girarse y mirar desafiadamente hacia el cristal tintado.

Algún día he tenido ganas de hacer como hacen algunos futbolistas cuando saltan al terreno de juego, coger una brizna de hierba y santiguarme. Si ellos son buenos, ricos y famosos, porque, yo que soy todo lo contrario, un mediocre, mileurista y mindundi, ¿por que no puedo hacerlo? Lo de la brizna de hierba, me costaría, si, y lo de santiguarme, también, y quedaría de lo más cuaresmón, parecería que acabo de venir de la celebración del Miércoles de Ceniza, pero bueno, eso es lo de menos, estoy convencido de que cada día queda menos gente que sabe de esas cosas, eso si, para atacar, barra libre. Hoy no he estado tentado. En una mano llevo mi cartera y en la otra, el móvil y una cosa es reírse de algo y otra es ser irrespetuoso. Hacía calor, mucho calor. No recordaba una mañana con tanto bochorno. Quizás la de hacía un par de días podía ser comparable, pero de lo que estaba seguro, era que no recordaba la de un par días más tarde. Me suele pasar esto de no acordarme de lo que pasará en el futuro.

Justo cuando oigo el sonido de la puerta al cerrarse, miro hacia el cielo, absurdo, si, lo hago siempre desde la ventana de mi cuarto, pero hoy he errado en el cálculo y lo único que he visto ha sido la parte inferior del saliente del balcón del primer piso, no se si primera o segunda puerta, la mía da al otro lado. Esto tiene que tener un significado, porque tengo calculado perfectamente el tiempo que tarda en cerrarse la puerta y hoy ha tardado algo más. Cuando ya no he estado bajo la protección de los pequeños balcones, lo he vuelto a hacer. El cielo está gris, no plomizo, de aquel gris que pone de mala leche. Justo antes de bajar la cabeza un transeúnte me ha rozado levemente el hombro izquierdo. Sin darle excesiva importancia al hecho, como cada día me dirijo a la parada del metro.


Nota: (1f/2p/1p) = Primera frase, segunda parte (de la frase), primer párrafo de Paranoia I.

Pack de cuatro

Hoy me he sentido como si fuera Audrey Hepburn, no es que mi equilibrada proporción entre parte masculina y femenina (o femenina y masculina) haya sufrido una alteración significativa, pero no cada día se desayuna con diamantes. Y encima va y te regalan otra joya. Para ser sinceros esperaba, y seguiré esperando, el Mercedes McLaren Mini SLR. Si, ya se que es un “concep car” y encima un poco antiguo (2006) ¿y?, no deja de ser una joya y aunque suene frívolo con este amor por un joya tan exclusiva, sigo estando comprometido con la industria del automóvil. Cada uno a su manera y según sus posibilidades. Pero mientras no tenga el precioso artilugio, pues nada, seguiré a dos velas, bueno, a una (que sino no coincide). Total, que dejaré puesto el tormentín y esperaremos que amaine, aunque la vela, no fuese de trapo, sino de cera, seguiremos consumiéndonos en tan larga espera.

Gracias Chopingo, por rebotarme estos cuatro premios. Es mi primer “pack de regalo”. No repetiré mi postura hacia los premios, y seguiré esperando ansioso que alguien me regale el SLR. Perdona por esta forma tan “especial” de agradecimiento de los premios. El que me ha sorprendido más de todos ellos ha sido el “Comprometidos y algo más”, no por lo del compromiso, que ya he dejado claro que lo tenía, sino con el “algo más”. No me gustaría decepcionarte, pero no hay más cera de la que arde (vaya, ha vuelto a salir la vela) y aquí el “algo más” es una pura distracción de los problemas que tenemos todos.




cuatro

jueves, 16 de julio de 2009

Siete Gatos VII

A ver como me sale.

Serían eso de las siete de la tarde, cuando le oí llegar. Yo estaba estirado en el sofá mirando “Seven”. Hacía días que estaba preparándolo todo. Días atrás me puse a mirar “La gata sobre el tejado de zinc” y sin ir mas lejos, ayer puse un disco de Cat Stevens, que odio, pero sé que a él le gusta.

- Hooolaaa – dijo él.
- Hola –contesté yo, muy enfrascado en la película.
- ¿Otra vez mirándola? Pero… ¿cuantas veces la has visto?
- Calculo que… unas siete veces. Pssssit –le dije, estaba en la escena de la cena de los tres.
- Oye, chato –me dijo e inmediatamente supe que había llegado el momento, y prosiguió con el inevitable – Tenemos que hablar.
- Un momento, que ahora la Paltrow le pregunta “How long have you lived here? “- y va y me apaga la tele.
- Jooder, como eres, pero si no dura nada la escena…
- Es importante –me dice en un tono muy serio.
- Pues antes de que digas nada, yo también te quería decir algo –le dije anticipándome y proseguí – Estos últimos días he observado cosas que no me gustan…
- Si, si, de eso precisamen…
- No soporto que me mires con esa carita mientras tomo el café. Al final tengo que hacer ruido con la cucharita para “cortar” el ambiente.
- Pe… pe…
- Y me pongo a mil, cuando te pido consejo para vestirme. Solo haces que babear en vez de aconsejarme.
- Yo… no… -balbuceó el.
- Y estoy hasta el gorro del puto Sibelius. Me va el petardeo y reventar las canciones “a mi manera”, ¿ok?
- Ssssssssss –acertó a decir. La yugular se le empezaba a marcar.
- Y recuerda que cuando era joven fui camarero y odiaba el desdén de la gente que solo me pedía los platos y no me daba conversación.
- Pe… pe….
- Y de tu democracia participativa estoy hasta el moño, si quieres hacer algo, lo hacemos y punto. A que viene tanta preguntita, ¿Eh? ¿Eh?
- ……
- Y por último, empiezo a estas harto de cómo me follas. ¿Parezco un jarrón de porcelana de Sèvres que se va a romper en cualquier momento? ¿No sabes follar como un hombre? Putos maricones. Quiero que me revientes el culo, ¿te enteras?

En ese momento cayó desplomado. No veas la movida que hubo. Yo, llamando a una ambulancia, mientras le hacia un masaje cardíaco. Curiosamente el pezón no se le puso duro. Cuando lo sacaban de casa en la camilla, le pegaron un viaje a la puerta que si no la arreglo, cuando la vea, le coge otro patatús. Estuve sin noticias de él durante dos interminables horas. Sólo algún trasero de los pocos enfermeros que pasaban por allí me alegró tan angustiosa espera. Al final, salió un médico, del que sólo entendí su nombre, Yusuf, y me dijo que había tenido un infarto y bla bla bla. No es que no le escuchase, en mi cerebro oía “Yusuf, Yusuf…” Sabia que había una relación pero no la recordé. Solo oí el final, “tiene para unos siete días, entre UVI y planta”.

De vuelta a casa, me he visto con la obligación de abrir su ordenador y escribir este post. Sabía, desde que publicó su segundo “Siete gatos”, que hablaba de mi. Un día, googleando una canción descubrí su blog. Mientras iba arrancando el ordenador, me he hecho un café, me he sacado toda la ropa, no sabía a quien preguntarle que ponerme y me he quedado en pelotas, y finalmente he puesto el DVD de “Wayne's World” y buscado la escena del coche donde cantan Bohemian Rhapsody.

“Password”, me interpela el ordenador. Pienso unos segundos, sonrío y escribo “marramiau”. Y entro. Mientras leo el sexto “Siete gatos”, las lágrimas que me van cayendo sobre mi desnudo regazo, hacen crecer aquello que tan suave y exquisito trato le daba. Que hijo puta que soy. La que tenía que ser mi última vida ha estado a punto de acabar con la suya. Siete.

PS: Como tributo al enfermito ese, mirar el vídeo y veréis lo divertido que es hacer el gilipollas en el coche. Mira que le quiero… pero tampoco era para tanto.

cinco, creo que toca.

miércoles, 15 de julio de 2009

Encuentros IX

Empezaba a ser tarde.
Y lo vi. Lo volvía a ver después de muchos meses.
Quieto, casi inmóvil.
Sus ojos oscuros se posaron en mí.
En aquel momento empezó a sonar la canción The roof is on fire de Bloodhound Gang.
Esbocé una sonrisa, “asolgüeis”, como diría aquel.
Ciertamente era bajo.
La primera vez que lo probé, lo noté distinto a los demás.
Como todos los de su especie, parecía recio.
Después de tanto tiempo, ya empezaba a perder la esperanza de volver a verlo.
Peludo, como siempre.
Su olor, desagradable para mi, era quizás lo que menos me desagradaba.
Sentí por un momento en su cara aquella expresión de “Y ahora ¿qué?”
Me acercaba rápidamente y el seguía inmóvil.
We don't need no water let the motherfucker burn” decía la canción.
Ya estaba a pocos metros.
Abrí los brazos.
Di unas cuantas palmadas mientras decía “pasa, pasa”.
Él, con aquella mirada indiferente, se dio media vuelta y se alejó.
Yo seguí corriendo.
I'm not black like Barry White no I am white like Frank Black is” continuaba la canción.
Cuando pasé por el mismo sitio, ya había oscurecido.
Si estaba, no lo vi.
En ese momento, por los auriculares sonaba Jersey girl de Tom Waits.
Y decía “cause tonight I'm gonna be with you
Volví a sonreír, no “asolgüeis”, empezaba a estar cansado.
Los jabalís, a pesar de todo, son buena gente.


seis

martes, 14 de julio de 2009

Absurdo XI

- Se ha muerto Óscar G. Mayer.
- ¿El de la Metro?
- ¿Metro?
- Si hombre, el Golden Mayer
- Pues no, y supongo que te refieres a la MGM, ¿no?
- Si, a esa.
- No es Golden es Goldwyn.
- Que quisquilloso que eres.
- Quisquilloso no, una cosa es Golden y otra es Goldwyn.
- Pues a mi me suena igual.
- A ti te todo te suena igual, pero mezclas peras con manzanas.
- No sabía que había una variedad de peras que era la golden.
- Era una metáfora.
- ¿Goldwyn es metáfora en inglés(1)?
- No. Creo que es un apellido y no tiene traducción.
- A mi me suena a viento dorado o a ganador del oro.
- Puestos a sonar te podría sonar a John Mayer.
- No veo la relación del John con el goldloquesea.
- Con ese no, con el socio.
- ¿Con el socio de John?
- No, no, aunque tuvo un trío(2).
- Será cerdo el tío.
- ¿El tío o el trío?
- Todo.
- Basta. Goldwyn y Mayer eran socios, ¿ok?
- Ok ok.
- Y la MGM no tiene nada que ver con el Óscar ese de quien te hablaba.
- Pero los Oscars no….
- No, no va por ahí.
- Oscar G. Mayer era…
- Otro cerdo.
- ¿Qué?
- Si, el descubridor del punto G(3).
- Lo sería si se llamase Oscar .G Mayer, ¿no?
- Si, pero ya sabes que en inglés alguna cosa se escribe al revés.
- Pues no va por ahí. Fue el rey del “hot dog”.
- Lo que te decía, otro cerdo.
- ¿Por qué?
- Por que las salchichas esas son una marranada.


(1) Metáfora en inglés es metaphor. Recurso fácil de recordar, cuando no sabes una palabreja en inglés y esta tiene una f, la cambias por una ph. Por ejemplo, “follar” sería “phollar” y si la “h” no la aspiramos (ni succionamos) tenemos que, follar en inglés es pollar, o sea hacer ir la “esa”, ¿no?

(2) Note el respetable, que el nene este (John Mayer), en esta grabación en directo del "trío", canta sobre una alfombra, parece que persa. ¿Tendrá complejo de Aladdin?

(3) El “cerdo” que estudió “en profundidad” el famoso puntito ese, versión femenina, se llama Ernst Gräfenberg. A tod@s os gustaría saber quien descubrió el mío.


lunes, 13 de julio de 2009

Tratamiento II

- Hola, buenos días, ¿urbanismo?
- Si, buenos días, dígame.
- Desearía que me informaran sobre unos bancos...
- Perdone pero creo que se equivoca.
- No, no. Bancos en la vía publica.
- Vera, ya se que las oficinas bancarias están en...
- Bancos de sentarse. Hablo de ellos.
- Ah, de acuerdo y ¿que desea?
- Quiero saber quien es el responsable de decidir que banco se pone y donde.
- Mire esto depende de la Comisión de Descanso de cada distrito, aunque alguna vez ha intervenido Mobiliario Urbano y últimamente Deportes Extremos aunque estos últimos han sido criticados por Civismo, Movilidad, y Sanidad y Salud, pero básicamente los primeros. Se estudian las demandas, se discuten y el comisionado es el que decide.
- Perfecto, pues páseme con él.
- No puedo.
- Ahora me dirá que es por la mañana no que no viene y que por la tarde no trabaja.
- No, no, nada de eso.
- ¿Y pues?
- Verá, la semana pasada dimitió.
- Pero si en este país no dimite nadie!
- Le cuento; se rumoreaba que su cuñado tenía una fundición de hierro y que determinados bancos tenían un apéndice del todo inútil y eso le forzó a la dimisión.
- ¿Así? ¿Sin sastres ni cosas por el estilo?
- Eso yo ya no lo se.
- Muy bien gracias. Ay perdón, ¿me puede dar el teléfono de personas dimitidas?
-Um… Por personas dimitidas no me viene nada. Pruebe en personas desaparecidas que “pal” caso...
- Muchas gracias, ha estado de gran ayuda.
- Adiós, buenos días.

Soy consciente de que empiezo a estar cerca de la solución final. Por unos momentos creía que tendría que hablar con un skater, pero saber que mi interlocutor será una persona que la única culpa que tiene, a priori, es tener familiares, me consuela.

ocho

Premio "Este blog es una joya"

El sábado a las 0:25 hora peninsular me fue concedido el premio “Este blog es una joya” por mi última seguidora Martha. Creo que es mi primera seguidora venezolana. Querida amiga (así empezaban las respuestas de un programa radiofónico del franquismo llamado “El consultorio de Elena Francis”, que curiosamente las respuestas las radiaban mujeres, pero eran redactadas por un hombre) es una tradición de este blog aceptar los premios que se le conceden pero no propagarlos. No es, en ningún caso, un desprecio hacia el donante, sólo es que estoy en desacuerdo hacia los montajes piramidales. Así que muchas gracias por estar dentro de la lista de las 15 joyas que has otorgado y miraré de entrar en tu blog beligerante a favor de la libertad. Sólo decirte que a veces si te dicen que “eres una joya” quiere decir todo lo contrario a una cosa preciosa. En este caso, también acepto el premio. Un saludo para ese rinconcito de mundo desde este otro rinconcito.


PS: Vengo de la casa de empeños y no me dan ni un solo euro por el blog. Snif, snif, snif.

nueve

jueves, 9 de julio de 2009

Paranoia I (1f/1p)


Justo antes de cerrar la puerta de mi piso, comprobación de rutina. Llaves de casa, ok. Cartera, ok, Móvil, ok. Veo que la luz del recibidor está apagada y salgo. Dos vueltas a la cerradura. De vez en cuando la llave hace juego, la tendría que cambiar por una electrónica de esas de combinación, pero ¿y si me olvido un día la combinación? No soy olvidadizo pero algún día me olvido dejar en el baúl de los olvidos mi límite de alcohol, que curiosamente y dicho sea de paso, tengo olvidado, no podría entrar. El día que lo haga, dejaré la cerradura actual, pero deshabilitada, está bien meter cosas en algún sitio y saber como vas de puntería (con “n”) .

Cuatro pisos. Rara vez cojo el ascensor, leí en un sitio que subir y bajar refuerza los glúteos. Yo que soy obediente, los refuerzo, de subida y de bajada. Ya hace tiempo que no corro, por las escaleras. Lo hice cuando era un niño y de adolescente también y siempre los dos últimos escalones de cada tramo los pasaba con un saltito. Una época fueron tres, pero las caídas se multiplicaron y el ruido de los aterrizajes levantó más de una queja entre los vecinos. Algún día tengo que volver a aquella finca y fotografiar los tres tramos de escaleras que hay entre piso y piso y la preciosa caja del ascensor protegida por una valla metálica. Las escaleras de casa de mis padres eran “como las de antes”, estaban hechas para correr y eran siete pisos!!! Ahora, las escaleras, sólo tienen la desgraciada e inútil función de ser una vía transitable cuando no funciona el ascensor o el refugio de ilusos que pretenden hacer ejercicio.

Cuando paso por delante del primero tercera inevitablemente miro la puerta. Ya hace más de tres años que el precinto judicial desapareció pero es de aquellas imágenes que se te quedan guardadas en la memoria toda la vida. Que le clavaran 20 o 30 puñaladas a una viejecita, es lo de menos. La vecina de la puerta contigua la encontró, tampoco tiene mucho mérito, tuvimos que pintar el techo de nuevo la portería, para que después hablen de calidad en la construcción. Ahora vive “un parejo”, bueno, no es una expresión mía pero al cabo de un tiempo, al capullo inventor de aquella expresión, le dije,

- Ves, la gente es mala y dice cosas que no son ciertas.
- ¿Por qué lo dices?
- Por que no hemos tenido que pintar de nuevo el techo de la portería.
- ¿Cómo?
- ¿Has visto alguna mancha de aceite? –y le deje sin esperar respuesta.

Paso por delante de los buzones y siempre que salgo por la mañana tengo la tentación de mirar si hay algo. Absurdo, si. Alguna vez he pensado que si me dejan un paquete bomba, sería absurdo morir a primera hora de la mañana, te estropea el día. Salgo de casa.

Nota: Siguiendo los consejos de Eddy Thor he escogido la historia de "Paranoia I" y enrrollarme cual persiana. El texto que precede es la ampliación de las primeras tres palabras. Espero críticas voraces de los estimados lectores. Esto de darle pinceladas autobiográficas, ¿esta bien?. Eh, eh, que nadie se piense que soy el asesino.

Business I

Estaba yo en mi estudio, si, si, como gran escritor que pretendo ser, tengo una pequeña estancia de 25 metros cuadrados, con tres paredes repletas de libros, todos ellos estudiadamente desordenados, y una gran mesa de trabajo, de madera, con mi laptop encendido, el editor de textos abierto, y la mirada fija en el lomo de un libro de Flaubert, de esos libros de antes, que da gusto verlos ya que leerlos es otra cosa, cuando note que el móvil vibraba. Bajé de inmediato el concierto para violín de Sibelius, y me quedé mirando como se movía ligeramente el teléfono por la mesa y escuchando ese zumbido ronco del vibrador. No podían los señores de Nokia haber puesto un zumbido de su paisano, pensé. Y claro, tanta observación y pensamientos absurdos causaron la pérdida de la llamada. Recuperé la llamada y vi que era de Eddy Thor. Inmediatamente le llamé.

- Hola Eddy.
- Hola Chevy.
- ¿Qué tal, como va todo?
- Pues nada, trabajando, y tú, ¿como estas?.
- Bien, bien, estaba mirándole el lomo a Gustave, por si me inspiraba algo…
- De eso te quería hablar.
- ¿De inspiración o de lomo?
- De creación.
- Hombre, tu ya sabes que soy más darviniano, pero ya sabes que si es necesario vuelvo a entrar en el armario religioso.
- No, tranquilo, deja el armario en paz. Es de creación literaria, que quería hablar.
- Ah, bueno, si, ya sabes que en esto, los autores nos parecemos a los delanteros centros, va por rachas.
- Sabes que siempre he valorado mucho tu alto grado de autoestima, pero yo te situaría de media punta, con recorrido, por la izquierda.
- Eddy, ¿tu me has visto empalmado alguna vez?
- No, ya sabes lo de la olla y lo de la…
- Es que me acabas de describir…
- Chevy, perdona que te interrumpa, pero quería hablar, no desvariar.
- Ah, si, bueno, tu dirás.
- Verás, el tema del versionado de las obras maestras de la literatura universal “a tu manera”, ha tenido salida y muy buena.
- Pues no lo he notado mucho con los derechos de autor.
- Eso lo tienes que hablar con el Sr. Itos, tú llamas a Mangu y lo aclaras todo.
- ¿Necesitas nuevo material versionado?
- Estaría bien, pero te quería hablar de otro tema. He leído alguna cosa tuya, de producción propia, y creo que tiene posibilidades.
- Pues nada, ya sabes, publícala.
- Hay un pequeño problema. Es corta.
- El tamaño no importa.
- En este caso, si. Un libro de una cuartilla, por lo extravagante, seguro que se vendería, pero yo vendo libros, no gadgets.
- ¿Me estas pidiendo que masturbe mis obras?
- ¿Cómo?
- Perdona, ¿que las llene de paja?
- Si, pero tampoco te pases como el sueco ese que de un periodista y una esmirriada demente bisexual ha sacado una trilogía de un montón de páginas.
- Bueno, no te asegura nada, pero lo intentaré.
- Por cierto, ¿que es ese ruido de fondo que se oye?
- Un disco rallado.
- ¿Aún pones discos de vinilo?
- No hombre, no. Un amigo me empalmó… un loop de 20 minutos con ese sonido, y en la reproducción aleatoria del Ipod cae de vez en cuando, y no veas como me relaja.
- Chevy, a veces pienso que estas como una cabra.
- Yo también te quiero, Eddy.

miércoles, 8 de julio de 2009

Abusos deshonestos V

- Hola
- Hola
- ¿Sabías que me han realizado la amputación del repliegue cilíndrico de piel de mi órgano copulador, lo que me deja al descubierto la cabeza del miembro viril?
- Eso es un circunloquio.
- No, el cirujano me dijo que se llamaba circuncisión.
- No, si, ya, pero yo me refería a la forma como lo has descrito.
- Te entiendo, pero si hablo de prepucios, pollas, glandes y frenillos, me excito y no sabes como duele…
- Y... a tu edad... ¿no es un poco tarde?
- Hombre, si, llevaba 14 meses en lista de espera.
- Ya, pero tienes... 38 años, ¿no?
- Si, pero hasta ahora, verás... yo... mi vida en lo relativo al placer venéreo era autosuficiente, como lo del Juan Palomo, yo me lo guiso yo me lo...
- ¿Me estás diciendo que llevas 38 años matándote a pajas?
- Uyyyyy. Calla, calla, que me empieza a doler.
- Perdona.
- Es que verás, al final me decidí a compartir con alguien mas, eso que antes he llamado placer venéreo.
- ¿Sexo?
- Joder, como te lo tengo que decir...
- Perdona, perdona.
- Como te decía, cuando entramos en el tema de las partes bajas, me cogió con la mano aquello que tiene cuerpos cavernosos y tiro hacia abajo con mucha fuerza y casi me desgarra el “little brake”.
- ¿El queeee?
- El frenillo, joder.
- Ah, perdona.
- Yo no lo sabía, pero lo tengo muy grande.
- ¿El “little brake”?
- No, la cabeza del...
- ¿El glande?
- Siiiiii, uyyyyy.
- Perdona.
- Y ya puestos, también pedí que me hicieran la vasectomía.
- ¿Pero tú no eras de esos que tienes inclinación hacia individuos de tu mismo… eso?
- Si, pero como la ciencia avanza, ya sabes el dicho, más vale prevenir que curar.


NOTA: Como se ha observado, el abuso de hoy trata de la perífrasis o circunloquio, que según la wikipedia (esa enciclopedia tan fimosa) “consiste en designar de forma indirecta un concepto a través de un conjunto de sus características”. De forma más o menos chapucera (como el partner del operado), he colocado cuatro. Si alguien tiene problemas de estos, que no vaya al médico y le diga “tengo perífrasis”, mejor decir “nene pupa”.

martes, 7 de julio de 2009

Paranoia I


Salgo de casa, como cada día me dirijo a la parada del metro. No esta muy lejos. Camino despreocupado pero algo, no se que, me ha llamado la atención. Me giro, y a unos treinta metros veo que un tipo mira hacia el otro lado de la calle. No le doy excesiva importancia, bueno, si, pero continuo andando. Pasado un rato me vuelvo a girar. Y le vuelvo a ver, esta vez algo más lejos, aparentemente detenido delante de un escaparate. Mirar escaparates en una zona poco comercial y a las ocho de la mañana es raro. Raro también es detenerse a mirar delante de una peluquería, que por distancias es donde debe estar. Me está siguiendo, fijo. Alzo la vista y veo la noria. Suspiro, es el Tibidabo, no el Prater.

Unos cincuenta metros mas adelante, me paro yo, delante de una clínica veterinaria. Contemplo los pasquines y cartelitos colgados en los vidrios y veo que él pasa, en la misma dirección que iba yo. Le doy cierta ventaja y me convierto en perseguidor. En mi cabeza suena cierta música de cítara. A medida que nos acercamos a la estación me cuesta más verlo, cada vez hay más gente que se interpone en mi campo visual, hasta que le pierdo. "Mierda", pienso.

Llegado a la estación, valido mi bono, y me meto en uno de los ascensores, justo antes de que se cierren las puertas. Miro a mi derecha y descubro un hombre que tiene los ojos clavados en mi. Le aguanto la mirada hasta que él la baja. ¿Será ese el que me seguía? Vuelve a alzar la vista pero cuando nuestras miradas se cruzan, la desvía en otra dirección.

- Perdona -oigo a mi espalda. Mientras me giro descubro al vecino del sexto, creo.
- Si -contesto yo.
- ¿Sabes que horario hacen en la peluquería?
- No, lo siento, yo voy a un estilista.
- Ah -contesta y prosigue - No sabía que tenías un animal de compañía.
- Y yo tampoco.

Lo sabía, el del sexto es el tercer hombre.

viernes, 3 de julio de 2009

Tratamiento I

Siguiendo los consejos de mi terapeuta, esta tarde he llamado al ayuntamiento.

Titututititi.
bzuui bzuuu bzuuu.

- Ayuntamiento de Barcelona, dígame.
- Hola, ¿me puede poner con bancos?
- ¿Perdón?
- Si, ¿si me puede poner con bancos?
- Esto es el ayuntamiento.
- Si ya lo se, pero necesito hablar con los que se ocupan de los bancos.
- Ah, ¿quiere hablar con contabilidad?
- No, no me interesa ni si deben bancos ni se haber bancos que de haberlos haylos.
- ¿Entonces?
- Quiero saber quien se ocupa en la distribución de los bancos.
- Perdone, pero creo que eso depende de la iniciativa privada.
- Pues páseme con "iniciativa privada".
- Disculpe, pero creo que no me ha entendido. Son los propios bancos que deciden la distribución de sus oficinas.
- ¿Oficinas?
- Si, oficinas bancarias. Bancos.
- Me parece que se confunde. Yo le preguntaba por bancos, esos que están en la vía pública y parques.
- Ah, haber empezado por aquí. De esto se ocupa urbanismo o parques y jardines, depende.
- Pues páseme con urbanismo.
- No, no puedo.
- ¿Por que? ¿No trabajan?
- No. Por la tarde no vienen. Es por la mañana que no trabajan.
- Gracias -y cuelgo.

Tengo sensación de derrota. Estoy en un callejón sin salida. Vuelvo al terapeuta o intento llamar por la mañana?

jueves, 2 de julio de 2009

Siete Gatos VI

Hoy toca. Hemos llegado a tal punto de entendimiento, que salvo “subidones” súbitos tenemos nuestros días prefijados. Tiene sus ventajas y sus inconvenientes, pero es lo que hay.

Nos desvestimos para la ocasión. Solo lo mínimo, esa prenda que se lleva en la parte inferior del torso. Retiro el cubrecama y se tumba. Y dice “Ven”. Lo tomo como que tiene unas ganas tremendas y no como una obviedad, o acaso, ¿me tengo que ir?

Siempre lo hace. Procura coger mi lado de la cama. Seguro que es para descolocarme. No querría ser mal pensado pero igual me quiere suplantar y hacer el amor consigo mismo. Igual me estoy volviendo paranoico.

Los prolegómenos transcurren con un beso por aquí y otro por ahí. Caricias no faltan. Intento no fijarme en el tic nervioso que tiene. Se retira continuamente el pelo de la cara, primero tirando un poco de aire hacia arriba, para después acompañarlo con el dorso de la mano. Cuanto la temperatura ha alcanzado el nivel justo, procedemos a sacarnos la última prenda. Cómo no, hace lo mismo de siempre. “Ummm” dice, mientras huele ese pequeño trozo de tela. Me los había puesto limpios después de ducharme, haría no menos de media hora. Nuestra ropa se lava con el mismo suavizante. ¿He tenido tiempo de marcar territorio? Procuro no darle más importancia. Concentración. Concentración.

Curiosamente no ha ocurrido. Después de trabajarme las partes inferiores, no ha empezado con el típico “ggghhhrrrr, ggghhhrrrr”. ¿Me habré depilado sin darme cuenta o sólo me ha trabajado la puntita? La verdad, la cara que pone cuando intenta sacarse del paladar un pelillo, la odio, pero como el odio hace el amor, la he encontrado a faltar.

Definitivamente, hoy es mi día de suerte. No hay más que un tipo de profilácticos, y me ahorro el regateo de texturas y gustos, a fin de cuentas será mutuo, el gusto. Los jadeos, más propios de una película porno, los tengo asumidos. Lo que me cuesta más es que me pregunte si la postura me va bien Si el jadea, y yo no cambio, me tiene que ir bien, no se, supongo. Como soy de pocas palabras, cambio de postura. Concentración. Concentración.

Hasta aquí, mis queridos lectores, es todo lo que recuerdo. La cantidad de sangre que tengo que bombear me acaba pasando factura, y no tengo la suficiente irrigación en el cerebro como para poder acordarme de nada más. Se que acaba satisfactoriamente por determinadas pruebas viscosas, y que por su localización y cantidad denotan un final, cuanto mínimo, satisfactorio.

Ya, en la post tranquilidad, donde tengo su cabeza en mi pecho, y mis manos le acarician ese pelo, que tanto trabajo le da, donde el único sonido audible es nuestra respiración queda roto cuando lanza la inexorable pregunta.

- ¿Te ha gustado?

Mi respuesta es clara, sigo acariciándole el pelo aunque las ganas de estirárselo en un súbito ataque de rabia, las tengo. Noto que algo crece. La carne es débil y poco hecha, más. Seis.

miércoles, 1 de julio de 2009

Encuentros VIII

Cita : Reunión o encuentro entre dos o más personas, previamente acordado1.

Vista la definición, el tema podría encajar. Analicemos. Él, un monstruo, yo un fantasma. Persona: Individuo de la especie humana 2. Su editor no vino, mi apoderado, tampoco. Ni monstruo ni fantasma se asemejan a personas. ¿O si?

Si existe el espíritu de la ley, por qué no puede existir el espíritu de la definición y así poder hacer una lectura amplia. Así monstruo podría encajar en especie: “Imagen o idea de un objeto, que se representa en el alma” 3. y fantasma, podría pasar como “comprensivo, sensible a los infortunios ajenos” 4.Parece que encaja, ¿no?

Y todo este gasto inútil de bytes para explicar que Theodore y Chevy tuvieron una cita. Si a esto se le suman los invertidos en post’s introductorios al tema ya va cogiendo una desmesurada dimensión, como mínimo los de Chevy. ¿Y todo esto para que sirve? No, no seré yo el que conteste, si me doy las razones, gastaré mas bytes, que pronto se convertirán en kilobytes, más tarde en megabytes, (ahora empiezan las exageraciones), con un poco de paciencia en gigabytes para acabar con algún terabyte y así contribuir con un grano de arena (jajajaja, Theo), a destruir este planeta, porque la energía que Google & Cia necesita para mantener guardadita la sarta de tonterías que decimos, es muy mucha (¿eso era un pleonasmo?) y cada vez, más y más y más y más…

Así que resumiré el “Encuentro”: Fue agradable, grato, enriquecedor, beneficioso, aleccionador, placentero, deleitable, ameno, bueno y satisfactorio. Alucinante.
Y a Theodore lo encontré, educado, encantador, amable, acogedor, afable, tratable, atrayente, cordial, afectuoso, simpático, maravilloso y encima inteligente. Un gran tipo.

Gracias, Vicky.


Nota: Los dos post de Theodore (I y II) son una verdadera joya, de obligada lectura para el deleite. La mayoría ya los habeis disfrutado, pero ahi quedan.

1 RAE cita
2 RAE persona.
3 RAE humana.
4 RAE especie.