viernes, 30 de julio de 2010

Premios ... Interruptus

Hace unos días, mis queridos colegas Thiago y Alex tuvieron la ocurrencia (o benevolencia) de enviarme un premio, y curiosamente el mismo “La pluma dorada”. Ni que decir tengo que no merezco tales distinciones ni por la parte de la pluma y menos por el color, tal vez el que me vendría mejor sería uno herrumbroso ya que últimamente escribo con cuenta gotas. Eso es sólo una verdad a medias, ya que algo escribo, lo que estoy falto es de tiempo para darme a este mundo blogueril. Como agradecimiento a la concesión de estos prestigiosos premios (si Theo lo(s) tiene, eso ya es prestigio) dejo aquí un pequeño fragmento del placer de la escritura, dedicado principalmente a Thiago y Alex. Gracias.

Interruptus

Las campanas tañían (hacía meses que quería utilizar esta palabra). No era domingo ni fiesta de guardar. Pasados los primeros tañidos supo que tocaban –tañían- a muertos. Error común asignar el plural cuando con toda seguridad se trata de un singular. Tal vez por el hecho de no ser singular –la muerte- se utiliza el plural. Allí, sentado en el alfeizar (más ganas le tenía a esta palabra) escuchaba la lenta cadencia de los badajos (ni que decir tiene que ya me he derretido con esta otra) mientras golpeaban el frio metal.

Las campanas dejaron un rastro de tristeza en el ambiente. Aspiró y con él –el aspiro- le llegaron unos aromas muy agradables. A parte del estiércol, y asociados, no sabía distinguirlos. Tal vez fuera calicanto (aviso que tras esta palabra ando algo húmedo) pero podía oler a madreselva (aquí la humedad se ha transformado en un leve cambio de riego sanguíneo). La luz del atardecer languidecía (aquí el líquido preseminal ha hecho su aparición) y anunciaba un anochecer…

Eso, un anochecer como el del día anterior o como el del siguiente.


PD:A 30 de julio no voy a hacerle una putada a nadie y romperé la cadena. Pido una moratoria hasta el mes de septiembre que seguro que empieza un nuevo curso blogero.


martes, 27 de julio de 2010

Noche XV


Me encuentro con A. A está con D. A y D habían estado juntos. Les acompaña otro sujeto: un liante. Empezamos la noche juntos. Me presentan a D’. D’ va acompañado de otro sujeto del que no entiendo el nombre. Mala suerte. Bromeamos, bailamos, bebemos. Aparece D’’ acompañado de dos más que se mantienen en segundo plano. Me fijo en un joven, sobre todo en la potente dentadura, que muestra su amplia sonrisa. Hace calor. Ya lo dicen; “esto es África”. Cambiamos de local, a la fuerza. Por la calle, justo delante nuestro anda el “dentaduras” con su amigo. Me fijo en su andar. Tiene las piernas arqueadas. ¿Será de montar? El liante le mate la mano en el culo a A. La respuesta de este no se hace esperar. Se saca aquello, que está en estado de embutido relleno de sangre coagulada. Acción reacción.

Momentáneamente, en el nuevo destino se está algo más fresco. Un espejismo. Habrá roce, forzoso. Saludo a M, hacía seis meses que no le veía. Ha venido con A’, su pareja. Empiezan las incursiones urinarias. Les compadezco en su vejez. Algunas incursiones se prolongan. De estas, aparece A acompañado de una larga crin. “Vaya se nos ha pasado al enemigo” pienso. Nos presenta al enemigo. A parte de la larga crin, tiene una potente boca con todos sus atributos. No resulta tan enemigo. Es italiano con mirada tipo Black&Decker. Mateo dice llamarse. Yo digo llamarme como me llamo. La broma de “hoy es jueves pues me llamo tal” ya no la hago, siempre decía mi nombre verdadero. Intento el recurso “cerco un centro di gravità permanente” y consigo arrancar una carcajada y unos “bene, bene”. Estoy por preguntarle si con b o con p pero prefiero añadir “qual piuma al vento” lo que conlleva una nueva sonora carcajada y una posada de mano en mi brazo. Estoy a punto de lanzarle un dardo envenenado del tipo “Tu sei il mio sogno proibito” cuando A nos interrumpe cogiéndonos de la mano y un “Vamos”. Trenecito a los servicios. El jefe del convoy me dice “Ya verás, ya”. En la angostura del lavabo lo veo, pero me disculpo con un “Scusa” y salgo del lavabo. Era como contemplar un Caravaggio. Ni por belleza ni por tamaño se puede contemplar a escasos centímetros. Vuelvo turbado –dejándolos, supongo que más- junto al liante. Observo sus habilidosos dedos. Le doy fuego. Tiene un noseque. El liante se llama J.

El roce se produce, con casi todas las partes rozables. Era él. Por mucho ajetreo anterior, no le había perdido de vista. El “dentaduras”. Que sonrisa!

jueves, 22 de julio de 2010

Rigorista (II)

Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, discutible. Lo que prosigue no es la segunda parte de la Gramola, es sólo un segundo intento, que en realidad fue el primero antes que un arrebato “chinil” me diera por ahí. Tampoco descarto emular a Durrell y hacer un cuartero o un quinteto, pero no de novelas, sólo de la palabreja esa.

Rigorista (II)

Entro en la farmacia, bueno no, pero sí, siempre me ha gustado más entrar en la Apotheke, Moustaki no tiene nada que ver, el era más de Le Métèque. Espero a que se vacíe, es que me da corte. Entra alguien. Le cedo mi turno, haciéndome el interesado en una estantería de potingues. Mi turno.

-¿Qué desea?
- Desear, no lo deseo, lo necesito.
-¿El qué exactamente?
- Un medicamento rigorista –diciendo esta última palabra de un modo acelerado.
-¿Un que? –responde el farmacéutico. Estos, entender la letra de un médico sabrán, pero no la voz de un apurado. Me armo de valor (calibre 9 mm parabellum) y le digo:
- Ri go ris ta –rememorando aquello de pro fi lac ti co.
- Ah, pastillas Rigola, para la garganta.
- El problema lo tengo más abajo.
- Si no me da más pistas…
- He mirado por internet y …
- Vaya, otro autointerdiagnosticado.
- Buscaba mi… ¿Cómo lo dicen? ¿Patología?
- Sí, así es, pero ¿qué le pasa exactamente?
- Es que …. voy suelto.
- Ah, que se caga encima, más o menos.
- Mas bien más que menos. El glogle ese decía que eso era ir laxado.
- ¿Y el rigor ese?
- De laxo pasé a laxismo y de ahí a la corriente contraria, el rigorismo.
- Uf!
- Perdone, ¿tiene un lavabo?


lunes, 19 de julio de 2010

Rigorista (I)

Navegando pol la led, pol la poca led que nuestlos quelidos govelnantes nos pelmiten accedel , en un blog ibélico vi una intelesante plopluesta de un bloguelo que bajo el título Glamola pedía a otlos intelnautas que esclibiesen una layas centlandose o basándose es una palabla. Culioso como pielden el tiempo estos supsahalianos. De entle las palablas ahí asignadas me llamó la atención una: “ligolista”. Cogí una cualtilla de papel de aloz y la esclibí cuidadosamente. Al día siguiente me fui a mi univelsidad, la Jiao Tong de Shanghai y empezé a buscal el significado de la palabla. Tlas holas y holas de búsqueda influctuosa me dije, “Lin Lin, igual la tlansclibiste mal o son dos palablas”. Pol “ligo” y pol “lista” encontle muchas cosas pelo después complendí que el juego ela de una sola palabla (ni gestos ni miladas apasionadas). “Pol Mao!”, exclamé, para ploseguil con un “Ya has vuelto a spanchinal una palabla”. Encontlé el significado de la palableja esa, pelo no me sentí satisfecho. Siemple, mi quelido catedlático me decía “Lin Lin, te falta ligol”. Le di unas cuantas vueltas más hasta que descubli que un italiano había esclito un alia en opela “Ligoletto” en la que culiosamente desclive el compoltamiento poco ligolista de las mujeles. Ahola ando investigando polque Veldi intlodujo esta alia, aunque tlatandose de italianos debe sel una cosa de diseño o un “e non è vero, è ben trovato“. Segulamente mi quelido catedlatico se leafilmalia en su asevelación, ya que aquí, en Shanghai, esto de las plumas al viento nos pielden. Os dejo aquí una tladucción de la letla y pala no cometel más eloles de spanchinal he hecho un copial y pegal.

La mujer es cambiante, cual pluma en el viento,
cambia de palabra y de pensamiento.

Siempre su amigable, hermoso rostro,

en el llanto o en la risa, es engañoso.

La mujer es cambiante, cual pluma en el viento,

cambia de palabra y de pensamiento.

y de pensamiento, y de pensamiento.

¡Siempre es mísero quien en ella confía,

quien le entrega, incauto el corazón!

¡Aunque nunca se sienta plenamente feliz

quien de su pecho no beba amor!

¡La mujer es voluble, como una pluma al viento,

cambia de palabra y de pensamiento

y de pensamiento, y de pensamiento!


PD: Según la leal academia española, ligolista es “Extlemadamente sevelo, soble todo en matelias molales o disciplinalias.”

jueves, 15 de julio de 2010

Entre líneas, interpretando

9:00 cerca de Barcelona.
Primero del día.
Izquierda, a medio hectómetro figuras, muchas. Color, el “color” o el Color, según se quiera. Figuras que se acercan. Más de tres y menos de cuatro lustros de edad. Predominan los “blonde”, castaños, pocos. Pasan. Aroma masculino. Hablan raro. Observo cómo se alejan. Leo la inscripción de sus camisetas: Polska.

14:00
Tercero del día.
Izquierda, a medio hectómetro figuras, muchas. Color, marino con detalles de color, el “color” o el Color, según se quiera. Figuras que se acercan. Más de tres y menos de cuatro lustros de edad. Predomina el aspecto latino. Pasan. Aroma femenino. Hablan, no tan raro. Observo cómo se alejan. No leo lo inscripción de sus polos. Llevan polos.


Entre líneas:

a)El autor se niega a decir el color y menos señalar el país/nación/estado “polar”.
Titular :Lo que el TC ha unido que el hombre no lo separe.
b) Al autor le jode que encima de lo del “color”, pusiera POLSKA.
Titular :Cuando escucho a Manolo Escobar durante más de media hora, me entran unas ganas de invadir Polonia...
c) El autor es un cursi por no poner ni metros ni años.
Titular :Y que esperabais de alguien que se hace llamar Chespir.
d) El autor quería transexuarse y así alojarse en el mismo hotel para perseguir a los polacos.
Titular. “Miembra del equipo nacional persigue polacos.
e) Si el autor dejase de fumar, estas cosas no le pasarían.
Titular : Fumar es malo, pero no tanto.

Conclusión:

Polonia es pobre, sus deportistas llevan camisetas y España es un país rico, ellas llevan polos.

martes, 13 de julio de 2010

Historeando... entre blogueros... 5ª parte

Días atrás tatojimmy tuvo la desfachatez de perturbar (per, pone per) mi torrente creativo con una propuesta envenenada. Seguir una historia que uno -Davichini- empezó y que a cada uno que le cae la pelota le da una vuelta de tuerca. No se si he sabido dar una vuelta de tuerca, pero lo he intentado. Tato, lo de los padrinos sigue en pié, tú mismo. Para el que haya leído las anteriores cuatro entregas, me he tomado la libertad de resumir bajo los nombres de los personajes sus procedencias y relaciones a modo de refresco memorial, así como ciertos recordatorios históricos.


1 DAVICHINI:


Silvia abandonó temprano la casa, tenía los ojos llorosos de tanta decepción y por la noticia que acababa de recibir de manos de Aurora, la que iba a ser su futura suegra, no esperaba una noticia así, aunque de ella no le hubiera sorprendido nada, siempre se opuso a su noviazgo con Diego, el hijo de Aurora, se hizo a la idea que le haría la vida imposible, pero Silvia nunca imaginó una noticia como esa que le hiciera tomar esa decisión, la de marcharse, justo el día de la boda, sin decir nada, ni una palabra, ni una despedida, ni un por qué, pero con un as en la manga que en ese momento ella desconocía.

Mientras tanto, Diego esperaba impasible la llegada de Silvia a la iglesia, en un principio pensó que el retardo era inevitable, como todas las novias, pero conforme fue pasando el tiempo, la cara de Diego era un poema, al lado estaba Aurora, su madre, quién le decía que de una chica así uno no se podía fiar, y que seguro que la había dejado plantado en el altar para irse con otro señor más rico que él.

Silvia no apareció por ningún lado, ni una nota, no había ni un rastro suyo en la casa familiar, y Aurora se dió por satisfecha, sin decirle que ella había sido la causante de la huída de Silvia, pero le dijo a Diego que era lo mejor que podía pasar y que por los invitados no había problema, ella se encargó de disculparle.

Lo que Aurora no podía imaginar, es que esta partida no estaba ganada ni mucho menos, habían pasado 18 años desde ese suceso cuando alguien llamó a la puerta, era Silvia y en cuestión de minutos se encontró con Aurora, a esta le llamó la atención la madurez y serenidad en el rostro de Silvia, pero se mostró impasible, dispuesta a defender lo suyo, lo que no esperaba de ninguna forma es que Silvia le dijera que iba a reclamar parte de la fortuna de Diego porque cuando huyó estaba embarazada, y venía a luchar por lo que le pertenecía a Claudia, su hija adolescente, pocas cosas le importaban ya, lo única que quería era hacer justicia 18 años después.

Aurora no se quedó quieta, no estaba dispuesta a permitirlo.....

2 ALEX:


Aurora no supo reaccionar al momento, pero su semblante cambió cuando Silvia quiso entrar en la casa. Aquella casona antigua la había visitado tantas veces, que no era nada extraña para ella, y en 18 años no había cambiado absolutamente nada. Silvia tenía las fuerzas necesarias para enfrentar aquella situación, pero en un momento todo se le había venido abajo. Pensó estar preparada para lo que iba a pasar, para lo que tenía que decirle aquella mujer que nunca la quiso como nuera, pero se quedó paralizada al verla allí plantada en la puerta.

Tras Aurora apareció un chiquillo. A Silvia se le heló el cuerpo al verlo, pues era la viva imagen de Diego, pero en un adolescente que no tendría más de 13 años. El niño que se colocó justo detrás de su abuela y se quedó mirando a la que para él era una extraña.

- Quiero hablar con Diego, y esta vez no me lo va a impedir nadie.

Silvia recompuso la cara y volvió a mirar a los ojos de Aurora. Respiró hondo, saco las fuerzas que había estado atesorando durante años y puso en su mente a su hija. Una voz contundente salió de su garganta, con fuerza y sin temblarle.


3 THIAGO:


- ¿A qué has vuelto a esta casa? No tienes nada que hacer aquí. – Le increpó Aurora, con la cara enrojecida por la ira, superada ya la sorpresa inicial. Aurora siempre la había odiado aunque Silvia nunca comprendió tanta inquina. –Abandona la casa de los Moscoso del Prado inmediatamente, y deja a mi hijo en paz, respetando la gloria de sus antepasados.


- Diego Alberto tiene que hacerse cargo. Claudia María es su hija y ahora quiere cambiarse de sexo. Necesito el dinero para la operación. – Espetó Silvia a su asombrada y fallida suegra. – Yo sóla no puedo hacer frente a semejante gasto.

La tarde se había vuelto plúmbea. Dónde antes cantaban los pájaros, ahora un silencio mortecino se apoderó del ambiente, la tensión se palpaba y podría cortarse con un cuchillo. La cara de Aurora, inexpresiva tantas veces, era ahora el vivo ejemplo de la repugnancia y el odio que sentía.

-Tú estás loca, Silvia Colón de Carvajal. -Espetó a aquella desgraciada a la que había conseguido mantener alejada de su hijo con sus malas artes. –Diego Alberto, mi querido niño, - continuó aquella arpía, - bastante tiene con su propio hijo, que le ha salido gay.


4 tatojimmy:


Silvia Colón de Carvajal miró al niño que se escondía detrás de las piernas de esa arpía.

- No se puede negar que es su hijo. ¿Cómo te llamas?

Silvia dirigió una sonrisa al niño.

- Me llamo Federico Carlos.

El niño avanzó decidido hacia Silvia, esquivando a su abuela que trataba de impedírselo, y la dio dos besos. Mi padre...

- Tu padre acaba de llegar.

Todos miraron hacia la escalera. Aurora no ocultaba su enfado por cómo se estaba desarrollando la situación. Apuntó mentalmente en la lista de cosas a hacer, despedir a la doncella que había permitido entrar a esa fulana en su casa.

- Hola, Diego Alberto - dijo Silvia sin poder apartar la vista de ese hombre que la había enamorado y al que había abandonado.

- No creía que tuvieras el valor de acercarte a esta casa, después de lo de la boda. Al menos espero me des una explicación.

- No hay explicación ni leches - intentó zanjar la situación Aurora Fidela. Se giró hacia la visita - Ya está bien la tontería. haz el favor de abandonar esta casa...

- ¿O qué? - la cortó Silvia Fernanda. - ¿Vas a llamar a la policía?

- ¡Basta ya! - gritó Diego Alberto - Ya está bien de tonterías. Madre, cállate de una vez. Silvia. Mañana te haré llegar un cheque para sufragar los gastos de Claudia María. Por cierto, lo hago porque quiero, no es mi hija.

- ¿Cómo que no es tu hija? ¿Me vas a decir...?

- Es la hija de mi hermano gemelo, Federico Gonzalo.

- ¡Hijo! Esta ful...

- Y madre, es el momento de ser sinceros, por una vez en esta familia: Madre, confiesa que no soy tu hijo. Mataste a mi madre cuando apenas teníamos 3 semanas, para quedarte con nosotros.

Aurora Fidela miraba con cara de odio a su hijo. Su hijo, perdía su mirada en algún lugar inconcreto entre la ventana del hall, y la pintura del abuelo Federico Alejandro. Silvia Colón de Carvajal, se había quedado con la boca abierta, y por mucho que lo intentaba, no conseguía cerrarla. Y Federico Carlos, tomaba apuntes mentales para una redacción que tenía que hacer en el colegio sobre la telenovela sudamericana.

Aurora Fidela, intentó volver a controlar la situación. Fue mudando su rostro hacia ese que utilizaba para seducir antes de clavar la daga en el cuello del enemigo.

- Hijo... todo tiene una explicación, que te daré cuando estemos más tranquilos...

- Eso, madre, danos esa explicación.

Todos se giraron. Había hecho su entrada una mujer imponente, con unos tacones de aguja de al menos 7 cm.

- ¡Tú! - exclamó Silvia, antes de caer desmayada sobre la alfombra.

5 Chevy

- Dios, no!!! La alfombra no!!! – exclamó enfurecido Diego Alberto- Con esta alfombra trasladaron a S.E. el Generalísimo de su lecho a la sala de curas del Regimiento del Pardo. Mira, aún se ven las manchas de sangre.
- ¿El gene queee? - preguntó Federico Carlos.
- Francisco Franco –le respondió Diego Alberto, en tono solemne.
- Putos nombres compuestos –murmuró el mozalbete.
- Niño, no hables así de mal –le reprendió su abuela, Aurora Fidela.
- Perdona abuela, ya se que no cuesta una puta mierda hablar bien.
- Federico Carlos!!!

- Menuda reunión de pastores –dijo la recién llegada.
- Oveja muerta –sentenció Federico Gonzalo, mientras tomaba el pulso a la inerte Silvia Fernanda. Alarmado por el griterío producido, había, “recién llegado”, ataviado con su batín preferido y su inseparable pañuelo al cuello.
- ¿Muerta? –preguntó alguien.
- No tiene pulso –contestó Federico Gonzalo. –Traedme el… -continuó, pero interrumpió la frase, allí no había carro de paradas y él tampoco era el doctor Vilches.
- Una Colón de Carvajal muerta en nuestra alfombra. El peso del ducado de Veragua caerá sobre nosotros –dijo la abuela.
- ¿Donde está eso? -preguntó Federico Carlos.
- En Panamá
- ¿Jack?
- ¿Pero que dice este niño?
- Y ahora ¿qué hacemos?
- Otro rulo, como el del Fran Fran ese –dijo alegremente Federico Carlos.
- La memoria de “su Excelencia” no se deshonra!!!
Se hizo un silencio angustioso, unos miraban con cara interrogante otros con cara de temor y sólo uno parecía divertido. El silencio se rompió por una suave voz que dijo.

- La muy… y con unos Alexis Mabille… -dijo Silvia Fernanda mirando los finos tacones.

Todos miraron hacia la alfombra. Diego Alberto lo primero que vio fue el ostentoso collar que llevaba Silvia Fernanda. Por unos instantes se le apareció Carmen Polo sobre el sudario del Caudillo. El único que se dio cuenta del detalle fue Federico Carlos. Tuvo una tremenda erección al pensar en un videoclip de Lingerie pour homme del tal Alexis, que se había encontrado “por casualidad” en internet. El hecho no pasó desapercibido a la abuela y del susto, o del recuerdo de su finado esposo, cayó desmayada con tan mala fortuna que golpeó con su prótesis de titanio –que tan amablemente le había colocado en la cadera el Marqués de Villaverde- en la sien de la que pudo ser pero no fue, su nuera.


Y el agraciado -menuda gracia que le va a hacer- para seguir con esta historia es... Teodoro y su afamado blog Teodoro y amigos.

viernes, 9 de julio de 2010

Problemas informáticos

Hace rato que intento bajarme desde la página web del Tribunal Constitucional, perdón, tribunal constitucional la sentencia completa del estatut, perdón ESTATUT. Me aparece esta ventanita. ¿Alguien puede ayudarme?


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miércoles, 7 de julio de 2010

E.F.E. (mérides)


Otoño, 1985. Hace tres o cuatro meses que he empezado a salir con mi última novia. Descubro que la cotización de un emparejado sube como la espuma. Trabajo en informática. Dicen que es el futuro. Acabo de volver de una escapada por el rio Vero (Somontano, Huesca). Barranquismo. Cuando lo explico me miran como un bicho raro (ya despuntaba). Tengo presente una foto del Opel Corsa 1.2, mi primer coche.

Verano, 2010. Hace unos meses que estoy casado. Mi pareja sólo vive a 997 kilómetros. Esta distancia asegura un matrimonio largo y duradero, como mínimo durante las próximas 23 reencarnaciones. Hace tiempo que descubrí que todo baja, incluso la espuma. Sigo trabajando en informática. Digo que es el principio del fin (la informática). Ahora, raro es, quien no practica deportes de aventura. El rio Vero sigue ahí, pero ahora “protegido” por un parque natural. Por ahí hacen un vino más que aceptable.

Mi amigo Michel J.Fox, del que sólo tengo en común lo de zorro, programó un viaje, en su De Lorean DMC-12, con destino a ayer, sí está bien escrito, “a ayer”. Ahora le hago caso a mi otro amigo Alessandro y mi única programación es “Destination unknown”, es más emocionante.

Nota del autor : Debido a los ríos de tinta vertidos tras el comentario de “Destination unknown” , se aclara que era una referencia alegórica, y que en la frase “I Left my job my boss my car and my home” no hay nada cierto. Bruce siempre será Bruce.

lunes, 5 de julio de 2010

Encuentro XV : .. y reencuentro.

Viernes, 3:00h, Barcelona, cierto local nocturno.

- ¿Quieres uno? –le digo mientras le ofrezco un chile.
- ¿Qué? ¿Cómo? –contesta mientras lo coge.
- No te lo tomes con la misma lascivia con la que yo me lo metía en la boca. He visto como sonreías..

…/…

-¿A qué te dedicas?
- Estudio, ¿y tú?
- Yo ahora también, a ti.

…/…

- ¿Qué hacías antes con el teléfono?
- Escribía. Tengo un blog.
- ¿No escribirás sobre mí?
- No, tranquilo –contesté. Mentira.

…/…

- Y esto, ¿Qué es? ¿Es de una marca de motos? –me pregunta mientras pasa la mano por la serigrafía de la camiseta.
- Sí, antigua. No te haré la broma de la marca y su relación con cierto conjunto de atributos varoniles.
- Ah, Bultaco -dice.
- Estoy por preguntarte por si muerde.
- ¿Quién?
- El cocodrilo.
- Jajajaja.

…/…

- ¿Nos movemos?
- Sí, te sigo –le contesto.

…/…

En la oscuridad, después de comprobar que lleva brackets, descubro que los pantalones de chándal que lleva, podrán ser discutiblemente antiestéticos, pero facilitan determinados accesos.

…/…

- Oye, me ha encantado conocerte. Me voy a bailar un rato.
- Ah -contesto por contestar.


Viernes, 7:00h, Barcelona, en un piso.

Me despierto sobresaltado y sudoroso, posiblemente una pesadilla. Recuerdo los últimos momentos de esta y me levanto rápido directamente a mirar mis pantalones. La cartera y el teléfono siguen ahí. Vuelvo a la cama aliviado.


Domingo, 13:15h Barcelona, Platja de la Vila Olímpica.

Paseo por la orilla, cosa que hago cuando me aburro en la playa. A cierta distancia, me parece verlo. A medida que me acerco, confirmo la sospecha. És él. Sobrepaso su posición, veinte, cuarenta, no sé, hasta que se acaba la playa. Media vuelta y encaro el regreso. Está ahí, sospecho que junto a su familia. Creo que me ha visto. Justo a su altura disimulo indisimuladamente una mirada. Cuando dejo la mirada, sonrío. Sin verlo se que el también ha sonreído. Chándal, brackets, bultaco. Me tiro al agua.

jueves, 1 de julio de 2010

L*=37.0 C*=70.0 H*=35.0º (La)


Cuando era pequeño, más si cabe, Dolores Ibárruri, “La Pasionaria”, era la roja (a parte de ser mala). Más tarde, la pasión (pregúntese a Jesucristo –o a Dolores- por esta palabra) de un adolescente por el futbol, le descubrió una nueva roja, la tarjeta. En la tardo adolescencia –época en la que vivo anclado- volví a descubrir la roja, en este caso una bandera, en un rápido y fugaz viaje hacia y por la izquierda, atribuido años más tarde a la expresión “que débil es la carne” más que al descubrimiento de su equivalente italiano “bandiera rossa”. Ese color con artículo femenino fue perdiendo significado, hasta que un día, el cine me la devolvió con “The thin red line”. Fue un aviso, ya que al poco tiempo, Morfeo –ni en sueños, ni en sus brazos- me la puso ante las narices, pero en este caso en formato de pastilla. No caí en la trampa de escoger una de ellas, sabía que era el veneno de “los que lo manejan todo” para inducirme hacia un bipartidismo aterrante. Neo tomó la roja (pausa; suspiro por Keanu). Ahora, la roja se nos vuelve a aparecer en formato de selección. El tema, de original lo es poco, en Francia hace mucho tiempo que se oye aquello de “Allez le Blue”. Pero esta roja, para mi ha caducado hoy, pero el motivo no es ningún tipo de desapego hacia aquello que nos debería unir, el único motivo ha sido la lectura de un post. A partir de hoy, de roja solo hay una, y es la cara que me ha quedado al leerlo. Theo, que vols que digui?

"Plagués a Déu que mon pensar fos mort
e que passàs ma vida en dorment".

Ausiàs March (1397–1459)

PD: A los defensores de las minorías: Desde este momento abro una campaña para la recuperación del memorial histórico de ese gran olvidado que es el L*=80.0 C*=95.0 H*=85.0º (El). Si no sabes de que va, pincha aquí.