martes, 8 de junio de 2010

Comaneci, Nadia

Nadie, ni a izquierda ni a derecha. Nadie, ni arriba ni abajo. Inseguro o incrédulo, esta vez miró a su extrema izquierda y a su extrema derecha. Nada, y es más, nadie. Se centró con el mismo resultado. Asustado giró 180 grados, difícil concretar en qué sentido y, parecido resultado. Ni nadie ni nada. La media vuelta solo había frutado un cambio de orden en los factores. Inquieto por el estrés de la nada y el agobio de la compañía de nadie, cerró los ojos y respiró profundamente. Y pensó en la nada y en nadie. Ambos temas no dieron mucho de si. Tomó una decisión. Mirar más allá había sido una osadía. A sus noventa y tres años aún seguía ingresando una sustanciosa cantidad de dinero en un plan de pensiones… ¿para el más allá? Algo se le erizó al pensar que esa sustaciosa, la cantidad, no era para nada ni para nadie. Se había ido por las ramas, de un árbol inexistente.

Decidió bautizarlo, bueno, darle un nombre, y al árbol (por las ramas del cual se había ido) le puso nadia, de la familia de los ninguneados y el fruto… pues fácil, la nada. De su polinización pensaría más tarde. A su edad, de vuelta de todo, la polinización le excitaba en sobremanera. Abrió los ojos para ver si la sobremanera esa daba signos de vida, pero nada y lo peor, nadie. Ni rastro. “Será la edad”, pensó, “tarde o temprano me tenía que pasar”. Miró más abajo y nada ni nadie. No tenía ni pies (la cabeza no se la podía mirar) ni piernas, tampoco. “Será la vista, seguro, algún día tenía que fallar y mejor tarde que temprano”, volvió a pensar. Arbitrariamente escogió una de sus manos para palparse los muslos. Nada, nadie, y ni y ni. “Será que se me ha quedado dormida, la mano”, tarde y temprano le pasaba. Ya desesperado hizo un recorrido por todo su cuerpo. Nada, pero se reveló contra todo (un absurdo en la nada) y suprimió el nadie por alguien. Él, alguien era, intangible, sí, pero alguien.

En la asombra (a la nada le cortaron la luz porque nadie pagaba) de su nadia vio acaer un nada al asuelo. Se sintió Newton pero falto de fuerzas no quiso plantearse la teoría de la agravedad y dijo en tono solemne: “De este árbol (nadia) prohíbo que nadie coma su fruto, nada”. Y se sintió como diós. Ni nada ni nadie, diós. Y… expiró.

Falto de monedas, al barquero le entregó su plan de pensiones. De un tiempo a esta parte del barquero, ni se sabe de él ni se le espera.


Nota: Que nadie haga click en el espacio de la imagén porque no hay nada.

8 comentarios:

Stultifer dijo...

Debe ser por la huelga de funcionarios...

theodore dijo...

No creo que haya nada que nadie pueda añadir. Me parece que ya lo he dicho antes, pero esto es Sir Chevy en estado puro. Críptico y difícil. ¿Seguro que no he dicho esto ya antes? Lo mismo lo he soñado :-P

Como no encuentren un sustituto pronto para el barquero, nos vamos a quedar todos en el limbo. ¿Irá por oposiciones?

Clap clap clap Kisses

Thiago dijo...

jaj, cari, sobra tu nota, me gustaría estar ahí pegándome con el ratón para luego venir a decirte que cari, en tu imagen no se ve nada, jaja

Vaya dos, Theo y tu. Los únicos que jugáis con el lenguaje, ¿jugáis con nosotros también?

Bezos

/ dijo...

El título es todo un hallazgo, el resto es un festín. Un Chevy auténtico.
No quisiera llegar a esa edad.

Besotes Chevy!

Anónimo dijo...

.

Chevy dijo...

Stultifer:
Alguien sí que la ha hecho.

theodore:
El limbo debe ser un sitio agradable. Si durmieses más soñarias menos. :-)

Thiago:
Siempre me dices que abuso de las notas. Será que soy un notas. No, no jugamos en absoluto. Jajajaja. (créeme).

Stanley Kowalski:
Es que no conocía a nadie (sic) llamado "nadia". Recurso facil.

Alex:
El punto es más que nada, o sea casi apuntando al infinito. jajaja.

A todos, gracias por vuestros comentarios.

Kisses (for everybody)

...Runagay dijo...

No es por cotillear pero, ¿y lo de Comaneci es por la gimnnasta?
Thriller kissees

Chevy dijo...

Runagay:
Es que no conozco a muchas Nadias más.

El nombre de Nadia es de origen ruso y es el diminutivo de Esperanza.
A nuestra(¿?) querida (¿¿??) Esperanza Aguirre, le llaman Espe, o sea, Nadia. Lo dicho, ni nada ni nadie.

Gracias por tu comentario.
Kisses