Empezó, primero con los de cinco, "para hacer una cañita de vez en cuando", debía pensar. Vio que el montoncito creció, y mucho, cuando descubrió que la cañita la podía "pasar". Grecia y Roma le empezaban a aburrir. El montoncito se redujo a la mitad y cambió de color. "Para algún whisky" debía pensar y se aficionó a los de diez. El rojo estaba de moda. El montoncito creció al mismo ritmo cuando empezó a pasar cañitas y whiskys, suyas y de otros. El románico era austero, pero él no. Y volvió a ocurrir. El montoncito volvió a reducirse a la mitad y volvió a cambiar de color. "para una comidita" debió pensar. El azul le gustaba. Y todo siguió creciendo, como aquella apuesta "o doble o todo", si, había cambiado "nada" por “todo”, porqué él era un ganador.
Harto de comiditas, descubrió que tanto los gustos de su mujer como los suyos, crecían tanto en cantidad como en calidad. Se encontró con un pequeño contratiempo, no habían billetes de cuarenta, pero recordó algo que los Salesianos le enseñaron: quebrados y proporciones y así por cada cinco azules le daban dos anaranjados. Había pasado del gótico al Renacimiento, así, por la cara. El montoncito, por un momento mermó mucho, pero al poco tiempo volvió a crecer al mismo ritmo. A veces sospechaba que era un actor con demasiadas “representaciones”, pero le tranquilizaba pensar que cuando se está en la cresta de la ola, se pierde el mundo de vista. Cansado ya del color anaranjado paso al siguiente, el verde, y encima volvía al clásico dos por uno. Y el montoncito se quedo en la mitad. Las cañitas, los whiskys y las otras menudencias se convirtieron en cosas más sofisticadas; ¿qué más daba si pasar un ticket falso que una factura ya sea falsa o hinchada?, el montoncito tenía que crecer. Pasó del verde al amarillo (cómo le gustaba el Modernismo!) y en el paso de este al lila, volvió a sufrir una merma considerable, la misma que su paso por los de cincuenta, pero ya nada importaba, la máquina estaba engrasada y el ritmo de crecimiento del montoncito seguía siendo el mismo.
Y llegó el día en que descubrió que los colores se habían acabado. Estuvo un tiempo desorientado, aunque el montoncito seguía creciendo. Pensó, reflexionó, y meditó mucho, pero el destino ya estaba decidido de antemano. No sabía hacer otra cosa: seguir robando.
Nota: Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. El personaje de la historia es de ficción.
Hemeroteca: Félix Millet, ex presidente Fundació Orfeó Català-Palau de la Música Catalana está siendo investigado por “irregularidades” contables y fiscales en la citada institución. La policía autonómica catalana, incautó una caja de seguridad, en una entidad bancaria, que estaba a su nombre. Debido a la cantidad de billetes hallados, tuvieron que pedir una máquina para contarlos. Había 1.831.372 euros.
Harto de comiditas, descubrió que tanto los gustos de su mujer como los suyos, crecían tanto en cantidad como en calidad. Se encontró con un pequeño contratiempo, no habían billetes de cuarenta, pero recordó algo que los Salesianos le enseñaron: quebrados y proporciones y así por cada cinco azules le daban dos anaranjados. Había pasado del gótico al Renacimiento, así, por la cara. El montoncito, por un momento mermó mucho, pero al poco tiempo volvió a crecer al mismo ritmo. A veces sospechaba que era un actor con demasiadas “representaciones”, pero le tranquilizaba pensar que cuando se está en la cresta de la ola, se pierde el mundo de vista. Cansado ya del color anaranjado paso al siguiente, el verde, y encima volvía al clásico dos por uno. Y el montoncito se quedo en la mitad. Las cañitas, los whiskys y las otras menudencias se convirtieron en cosas más sofisticadas; ¿qué más daba si pasar un ticket falso que una factura ya sea falsa o hinchada?, el montoncito tenía que crecer. Pasó del verde al amarillo (cómo le gustaba el Modernismo!) y en el paso de este al lila, volvió a sufrir una merma considerable, la misma que su paso por los de cincuenta, pero ya nada importaba, la máquina estaba engrasada y el ritmo de crecimiento del montoncito seguía siendo el mismo.
Y llegó el día en que descubrió que los colores se habían acabado. Estuvo un tiempo desorientado, aunque el montoncito seguía creciendo. Pensó, reflexionó, y meditó mucho, pero el destino ya estaba decidido de antemano. No sabía hacer otra cosa: seguir robando.
Nota: Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. El personaje de la historia es de ficción.
Hemeroteca: Félix Millet, ex presidente Fundació Orfeó Català-Palau de la Música Catalana está siendo investigado por “irregularidades” contables y fiscales en la citada institución. La policía autonómica catalana, incautó una caja de seguridad, en una entidad bancaria, que estaba a su nombre. Debido a la cantidad de billetes hallados, tuvieron que pedir una máquina para contarlos. Había 1.831.372 euros.
9 comentarios:
Hoy en día es la profesión más respetable y honrada que existe, la de ladrón, empezando por todos los políticos de cualquier partido y terminando por cualquier concejalucho de cualquier pueblucho de la geografía española. Es algo innato en nosotros, antes se llamaba "picaresca", ahora se llama "comisionesca"...
GoodMorningKss
Xim
Ay, cari, el post es genial, solo a ti se le podia ocurrir comparar los colores con los movimientos artísticos históricos.... Este post dedicado a tal personaje -claro que podiamos pensar que era una especie de robin hood cromático, puesto que robaba a todos esos melómanos ricos que se engalanan para ir a la opera- se podia aplicar igualmente a todos los banqueros y emprsarios, esos que piden ahora elecciones generales.
Cari, y a riego de parecer anti-nacionalista -odio a Savater, diré antes de nada- creoque este asunto y el del Presi del Barça da para mucho juego... Ahora entiendo pq quieren algunos la independencia: PA ROBARSE A SI MISMO, jajaja Por dios...
y el tal Millet se llevó casi cuatro millones de euritos pa unos arreglitos en su casa. claro que despues de lo del PP y Valencia, pues ya nada...
En fin, bezos.
PickPocket del siglo XXI. Mira que nunca me había parado a fijarme en que según aumenta el valor del billete, evoluciona el arte...
Y con lo bonito que es el Palau, que tenga que ensuciarse con asuntos como este, qué asco, y encima el "muchacho" se irá de rositas o con una mínima multa o pena.
Me parto con la "comisionesca", un palabro muy inspirado, jeje.
Felicidades.
Millions of Euros, digo...of Kisses.
Exacto Theo querido, según la puta y nefasta ley de mierda = si robas un 100% sólo tendrás que devolver un 10%, y todo pagado con los impuestos del gilipollas de a pie como yo bispo y to los demás, que somos tan guenos que no decimos ni mu....
fuckinshitKssyouknow
Ximagain
Xim:
Las generalizaciones son odiosas. Los hay y muchos pero todos, todos... me cuesta de creer.
Hacer el egipcio queda mas gráfico.
Thiago:
Solo he recordado el valor de los billetes con sus colores y su relación con estílos arquitectónicos. Los billetes estan ahí. El mérito es para el que los ideó, yo solo lo recordaba. Pagamos y no sabemos con que.
En el Palau de la Música se hacen conciertos de todo tipo, desde flamenco a conciertos de orquestas filarmónicas.
Lo más fuerte del caso, es que "se sabía" y hay mucha gente implicada. Todo por una silla.
Theodore:
A sus 74 añitos como mucho estará en prisión provisional un año. Pero la verguenza pública... no se la deseo.
Xim:
Nuestro triste consuelo es que lo decimos aquí. Algo es algo, aunque sea poco.
Gracias por vuestros comentarios.
Kisses (for Everybody)
Cari, felicistaste a Bruce por su cumple... Y hablando de cumples, tu cuántos años tienes? que aquí tenemos una discusión, jajajaja
Bezos
Que cosas que pasan en España, "cargar" una cañita, "cargar" una comidita, "cobrar" una comisión para que tal o cual empresa pueda hacer algo en su municipio. Esta gentuza, es decir, los políticos corruptos de un pelaje y de otro, no son más que un reflejo de la España en la que vivimos, porque a ver que hijo de vecino en su lugar no lo haría.
Un beso cielo
Original como pocos tu relato. Pero para mí este tema es déjà vu. Argentina es el paraíso de la corrupción y el robo. Por lo que veo en España al menos van preso y deben devolver "algo de lo que robaron". Aquí no, ni van presos ni devuelven nada. Algunos, políticos o relacionados con ellos ni siquiera son investigados. Imaginate que actualmente, está siendo invesigado el patrimonio de la presidenta ( la pueden investigar pero es intocable por los fueros), que queda para los demás? Lo único que queda es la condena pública, pero nada les importa menos.
Besotes querido amigo, y mañana de espero, estás invitadísimo.
Thiago:
Especifica "aqui tenemos una discusión". jejejeje.
Alex:
Y también pasa entre empresas privadas, que más de uno es "untado" por hacer "favores".
Stanley:
A la Presidenta vigílala, que a la que os descuideis, os monta una monarquia republicana. ¿Tiene hijos?
Gracias por vuestros comentarios.
Kisses
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