- El otro día me llamaron desagradable.
- Hombre, a veces lo parece.
- Ah, ¿usted también lo dice?
- Si, y me ratifico, lo parece.
- Pero en que sentido, que le desagrado o que le disgusto.
- En ambos
- ¿En ambos?
- Si, si, en ambos.
- ¿Qué no le pago sus abultados honorarios?
- Si, lo hace. Si no lo hiciese seria un moroso, aunque…
- Aunque ¿qué?
- Seria un moroso, que parecería desagradable.
- ¿Qué me quejo de lo que me cobra?
- No, no es eso.
- ¿Qué le pago a destiempo?
- No, tampoco.
- ¿Qué le exijo la factura?
- No, no.
- Entonces, ¿que es lo que encuentra tan desagradable? –digo, remarcando la separación silábica de esta última palabra.
- La forma en como cuenta los billetes.
- ¿Y que tiene de malo?
- Primero como se saca ese fajo mugriento de billetes del bolsillo.
- Es lo que se hace, cuando se llevan ese sitio.
- Segundo, esa forma que tiene de mojarse los dedos.
- Es que si no lo hago, no puedo contarlos bien.
- Tercero, a cada cincuenta repite lo mismo “Doscientos cincuenta, ¿no?”
- A veces, alguien me rebaja algo…
- Y por último, me los da como si me perdonase la vida.
- ¿Prefiere que se los meta en un sobre, finolis?
- Lo que no me gusta es que me pague cada visita con cincuenta billetes de cinco.
- Lo aprendí de las películas de serie B, lo del fajo, y ahora resulta que por eso soy desagradable.
- Pues si. Le pedí que me pagara en metálico y usted lo ha llevado demasiado lejos. En las tiendas me miran mal.
- Es usted un afortunado.
- ¿Por qué?
- Porque al psicoanalista le doy ciento veinticinco.
- Coño, ¿cobra más que yo?
- No, no. Lo mismo, pero le pago en monedas de dos euros. También quería metálico.
- Hombre, a veces lo parece.
- Ah, ¿usted también lo dice?
- Si, y me ratifico, lo parece.
- Pero en que sentido, que le desagrado o que le disgusto.
- En ambos
- ¿En ambos?
- Si, si, en ambos.
- ¿Qué no le pago sus abultados honorarios?
- Si, lo hace. Si no lo hiciese seria un moroso, aunque…
- Aunque ¿qué?
- Seria un moroso, que parecería desagradable.
- ¿Qué me quejo de lo que me cobra?
- No, no es eso.
- ¿Qué le pago a destiempo?
- No, tampoco.
- ¿Qué le exijo la factura?
- No, no.
- Entonces, ¿que es lo que encuentra tan desagradable? –digo, remarcando la separación silábica de esta última palabra.
- La forma en como cuenta los billetes.
- ¿Y que tiene de malo?
- Primero como se saca ese fajo mugriento de billetes del bolsillo.
- Es lo que se hace, cuando se llevan ese sitio.
- Segundo, esa forma que tiene de mojarse los dedos.
- Es que si no lo hago, no puedo contarlos bien.
- Tercero, a cada cincuenta repite lo mismo “Doscientos cincuenta, ¿no?”
- A veces, alguien me rebaja algo…
- Y por último, me los da como si me perdonase la vida.
- ¿Prefiere que se los meta en un sobre, finolis?
- Lo que no me gusta es que me pague cada visita con cincuenta billetes de cinco.
- Lo aprendí de las películas de serie B, lo del fajo, y ahora resulta que por eso soy desagradable.
- Pues si. Le pedí que me pagara en metálico y usted lo ha llevado demasiado lejos. En las tiendas me miran mal.
- Es usted un afortunado.
- ¿Por qué?
- Porque al psicoanalista le doy ciento veinticinco.
- Coño, ¿cobra más que yo?
- No, no. Lo mismo, pero le pago en monedas de dos euros. También quería metálico.
10 comentarios:
Maldito insomnio, mira qué hora es y yo por aquí.
Qué bueno el diálogo (una vez más) y qué buena la frase final!! Y al naturópata le paga(s) con monedas de euro??
Que no se queje tanto, los billetes de 5 son los más socorridos, nadie te pone pegas por no tener cambio, yo siempre llevo unos cuantos por si acaso :-)
Besos en billetes pequeños y sin marcar.
Menos mal que no descubriste las monedas de 10 céntimos como medio de pago...
Aunque ciertamente, un poco desagradable... ejem... si que pareces... por lo menos a la hora de levantarte del diván... ains.
besos.
muchos.
Fascinante, comme d´habitude!!
Noto un poco quejoso al terapeuta, no será tiempo de cambiarlo?
Obvio que la mejor parte es la del dinero, pero como desconozco (sí, no puedo saber todo!!)vuestro dinero, no pude disfrutar el post en todo su esplendor!!
Veo que ni enterado estás que te comenté el post anterior . . .
Gracias por visitarme, sos un amor!
BESOTES PRECIOSO Y BUENA SEMANA!!
Theodore:
Tanto reirme y un dia acabaré en sus manos. Y duerme, negrito, que tu mama esta en el campo, negrito.
Tatojimmy:
Como en todo en esta vida hay grados. Tengo problemas de espalda, y cargar con el peso de 2.500 monedas de 10 céntimos no lo puedo hacer. Es tal mi sufrimiento lumbar que a veces no puedo ir solo a miccionar.
Stanley Kowalski:
Billetes:
500, 200, 100, 50, 20, 10, y 5 €
Monedas:
2 y 1 € y 50, 20 10 y 5 céntimos.
Y si, vi ayer muy tarde tu comentario y te lo agradezco.
Gracias por vuestra atención.
Kisses for everybody.
Pues cambia al psicoanalista por el masajista.
Podrías inaugurar nueva sección:
"camilla"
Sería guay... sip.
besos.
Parker-Bowles?
(muy malo, lo sé, pero es que un festival del humor a mí me pierde xDDD)
Pues se lo merece, que tipo tan antipático, vaya psicoanalista más raro.. claro, que raro, raro tbm su cliente...jajaja... para la próxima vez, en una bolsa con el signo del dolar y llena de monedias de 10 céntimos, jajaja, eso si que es joder la marrana, jajajaja
Besitos
Qué poco glamour el terapeuta, cobrar él mismo. Lo finolis sería que cobre la asistenta de la consulta. Que cutre, porfa. Oigh!
Tatojimmy:
¿Los masajistas hablan? Si lo hacen, estudiare la propuesta.
Theodore:
Yo Cross, de toda la vida.
¿Quieres ser mi tampax?
Alex:
Para ser psicoanalista has de ser raro y para ir, ni te explico. Jajajaja.
Mistercloset:
Cuando hay pasta caliente, las emfermeras-asistentas-secretarias o lo que tengan sobran. El dinero negro contra menos gente lo toque, menos se ensucian. :-)
Gracias por vuestra paciencia.
Kisses for EveryBody.
jaja cari, espero que no tenga que pagarle en metalico a un chapero pasivo, jajaja
Bezos
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